“En el panel ponía que faltaba media hora”
“Yo ni me enteré de que habían cambiado los recorridos”
Un chico, ya dentro del 23-A, comentaba que había llegado a su parada a la hora de siempre y tuvo que esperar a que llegase el bus durante más de media hora para poder cogerlo. Mientras miraba al panel luminoso con el horario, sólo acertaba a lamentarse:
“Ya llegaba mosqueado porque vi en el panel que tenía que esperar más de lo que pensaba, pero es que encima llega más tarde. ¿Qué pasa?”
FALTA DE INFORMACIÓN
“¿Es por lo de Mesoiro?”
Algunos desconocían el motivo del cambio en las líneas de autobús y, desconcertados no tenían claro por qué el transporte no seguía la con las mismas frecuencias.
“¿Esto es por lo de Mesoiro, no?"
Carmen, que no sabía la razón de la variación en las rutas. En general a la gente, por lo menos le sonaba el motivo por el cuál los autobuses no llegaban a la hora de siempre. Aunque muchos se planteaban por qué el Ayuntamiento, simplemente, no colocaba más coches en circulación. Otro grupo que esperaba en la parada comentaba entre ellos:
“¿Qué les costará poner otro 23?”.
La falta de información provocó dudas en los viajeros.
QUEJAS E INDIGNACIÓN
“Es una vergüenza que nos traten así”
Una de las usuarias del 23 salía del vehículo indignada. Se sentía profundamente perjudicada por el cambio en la línea y junto a otra compañera reclamaba la vuelta al origen.
“Yo vivo en el Birloque y hoy me toca trabajar. ¿A ver cómo explico el llegar tarde? Lo que deberían hacer es volver a como estaban o mejorarlo, pero no empeorarlo”
A pesar de que ayer era festivo, muchos de los que tomaban el transporte público iban o venían de trabajar y eran ellos los que tenían más problemas.
“Es que si no tienes la responsabilidad da igual, no importa que llegues algo más tarde; es que es una vergüenza que nos traten así!”
A escasos 5 metros de la viajera, otra persona esperaba al 23 junto a su hijo. Sus quejas no eran tan airadas como las de la primera, pero también tenía qué decir:
“Hoy dudo que haya demasiados problemas porque al fin y al cabo es festivo para mucha gente, pero veremos el martes, cuando haya que ir a trabajar”
A su vez, madre e hijo, que sí estaban al tanto de el cambio en las líneas, explicaban a otros viajeros en qué consistían las modificaciones.
“Pero ¿y también cambian el 14? Porque a mí me hace falta cogerlo mañana; yo no sé a qué viene todo esto, pero desde luego no estoy conforme”
Las paradas en las que los autobuses 12, 23, 23A, 14, o cualquier otro de los más solicitados recogían a viajeros tenían un toque distinto ayer. Otro usuario de la línea 23 también se sentía afectado:
“Yo creo que deberían explicarlo un poquito mejor y eso de que haya tanta diferencia de tiempo entre un bus y otro... no sé”
LAS ESPERAS SE ALARGARON
“Habrá que tomárselo con calma”
Los bancos y las marquesinas de la plaza de Ourense no estaban ayer del todo llenos, pero tampoco la ciudad registraba una actividad efervescente en una jornada festiva para casi todos. Muchos de los que esperaban sonreían ante la parsimonia con la que llegaban los coches, que en fin de semana anunciaban una periodicidad de 72 minutos.
“Habrá que tomárselo con calma”
Al lado se esta chica, apoyada en la marquesina, dos jóvenes sentados comentaban:
“Pues menos mal que hoy no me importa llegar tarde”
Otro hombre que dudaba de la efectividad de la medida tomada por el Ayuntamiento:
“A mí me afecta, me afecta. Yo vivo en Os Castros y normalmente no cojo el 23 ni el 23 A, pero aún así me afecta, porque el 14 también lo han cambiado y alguno más, creo”
Las esperas ayer fueron algo más largas de lo normal, pero debido a la falta de actividad laboral muchos de los usuarios del transporte público no sufrieron las consecuencias de la variación en los recorridos, los poco habituales eran más pacientes.
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Fuente:
El Ideal Gallego
Fuente:
El Ideal Gallego
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