Carril-Bus, año 1: Vecinos, a favor. Comerciantes, que se retire.

Después de un año funcionado, el carril bus sigue recibiendo críticas por parte de los empresarios que aseguran que han notado cómo ha bajado la afluencia de clientes, coincidiendo además con un momento de crisis económica. El caso más representativo es la calle de San Andrés en donde, según los comerciantes, la acera principal para los peatones ha dejado de ser la más próxima al carril bus para pasar al lado opuesto. Denuncian también la desaparición de varios puntos de carga y descarga. Por el contrario, tanto los vecinos del Ensanche como del Orzán aseguran haber notado un aumento en la fluidez del tráfico y la disminución de la doble fila y del estacionamiento sobre las aceras.


El carril bus llegó a la ciudad el 21 de agosto de 2008 y lo hizo de la mano de la polémica. Vecinos y sobre todo comerciantes criticaron las molestias que ocasionaba y dudaban de sus ventajas como el ahorro de tiempo en el transporte público. Ahora, un año después, los vecinos han descubierto los beneficios que ofrece al tráfico este carril especial mientras que los comerciantes insisten en destacar el daño que les ha hecho y que se une a la difícil situación económica por la que pasan, por ello, todavía hoy, solicitan su retirada.

La primera calle en probarlo fue San Juan y a continuación Federico Tapia. Fue entonces cuando los empresarios denunciaron los problemas que le ocasionaba este vial entre los que destaca la falta de espacio para la carga y descarga. Lo mismo hicieron, más tarde, los de San Andrés.

El presidente de la Federación de Comercio de A Coruña, Miguel Agromayor, es de los más críticos con el carril. El portavoz explica que, aunque es difícil calcular cuánto ha descendido la clientela debido a la nueva instalación porque ha coincidido con la crisis, sí que afirma que el valor de los negocios ha bajado mucho. “Una cosa es que un comerciante se ponga en una calle con carril bus y otra los que ya estaban”, declara Agromayor, ya que considera que estos últimos han visto como bajaba su propiedad.

El portavoz del Área Obelisco está de acuerdo. Antonio Amor destaca que en San Andrés los empresarios instalados en la acera del carril bus han perdido clientes e incluso ven menos personas paseando. “Ha habido un cambio, hay un repunte en el lado opuesto y eso, algo tiene que ver con el carril bus”, asegura Amor y denuncia que además se han perdido varios puntos de carga y descarga. Considera el carril bus como “vías rápidas en el cogollo de la ciudad” que imponen a los peatones.

La presidenta de la asociación de vecinos del Orzán, en cambio, cree justo lo contrario. Aure López transmite que los vecinos están muy contentos porque “ahora se puede pasear por San Andrés” al no haber coches que invadan las aceras y porque se han reducido los atascos. Su homólogo del Ensanche opina igual.

Distrito Picasso es la única agrupación comercial que considera necesario el carril bus para conseguir un “transporte urbano de calidad y ágil” y explica que las reticencias iniciales se debían a su implantación en una calle estrecha como Federico Tapia.

Alicia Cereijo / Zapatería Anti-shoe.

Hace poco más de una semana que la zapatería en que trabaja Alicia Cereijo ha abierto una sucursal en la calle de Federico Tapia, y el carril bus no les desanimó en absoluto. “También tenemos un local en la calle de San Andrés y allí hay también carril bus. Abrimos en esta calle a pesar de haber ese vial exclusivo”, comenta Cereijo, aunque reconoce que alguna que otra vez ha tenido que escuchar las quejas de los clientes al respecto: “Sí que se quejan de que no tienen donde aparcar. La mayoría lo hacen en la plaza de Lugo”.

De todos modos, Cereijo considera que aparcar en el centro ya es de por sí bastante complicado: “Nosotras ya ni lo notamos”.

Tania Yruegas / Mueblería Pombo

En el establecimiento donde atiende Tania Yruegas, el principal problema que les ha supuesto es el de los transportistas. “Porque aquí vendemos muebles, y los muebles, pesan lo suyo”, aclara. Lo cierto es que, según ella, los proveedores se las arreglan con el carril bus como pueden. “Hay una zona de carga y descarga, pero es pequeña y está siempre ocupada, así que los transportistas suelen aparcar encima de la acera”.

La mayor pega que le pone Yruegas al carril bus es que lo ve innecesario. “Creo que deberían hacer otras cosas, como poner buses a Santa Cristina”.

Maite Naya / Mercería Lazos

Si el negocio no va tan bien como antes, el motivo no está claro, por lo menos para Maite Naya: “El carril bus nos afectó, pero es que se juntó con la crisis, que nos afectó más”. Lo cierto es que, con el paso del tiempo, tanto los proveedores como los clientes de Naya se han ido acostumbrando, aunque a estos últimos les ha costado más.

“Ellas sí se quejan muchísimo, porque hay muchos menos aparcamientos. Tratan de aparcar en la plaza de Lugo, pero como hay muchos abonados, por la mañana ya hay cola”, asegura.

Mercedes Pereiro / Electrónica Play

Mientras que la mayoría asegura que el carril bus les ha perjudicado, Mercedes Pereiro está convencida de que “ha influido positivamente y hecho que venga más gente”. “Además que, con el carril bus, pusieron macetas y bancos en la calle”, recuerda.

Según Pereiro, antes la vía la abarrotaba la doble fila. Ahora que la circulación es más fluida, se puede ver más transeúntes: “Eso siempre nos beneficia, porque se quedan mirando los escaparate”. En cuanto a la polémica, dice que “basta salir un poquito para ver que el carril no es algo nuevo”.

Fuente: El Ideal Gallego
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