"Planificación" y "coordinación", términos clave para ponérnoslo un poco menos cuesta arriba a todos... si se quisiera.

Y es generalizable, ya no sólo en el tema del transporte público, que es lo que analizamos en sino en otros sucedidos concretos, como por ejemplo con el transporte escolar. La Voz le presta hoy atención; y con el diario, el blog busurbano.

La película ya la conocéis; Pórtico de San Andrés se iba a abrir anteayer pero la cosa se frustró por la gracieta del que apartó las vallas antes de tiempo, abriendo el tramo al tráfico, lo cual acabó dañando el firme que aún se estaba asentando. A cerrar otra vez.

Ayer por la mañana se abrió finalmente. Entre los vehículos que eran desviados por esta calle hacia San Andrés se encontraban -lógicamente- los buses de transporte escolar de varios centros educativos de la ciudad.

Hasta aquí todo parecía normal, incluso se notó una importante descongestión de tráfico en las calles Orzán y Cordelería.

La Voz continua el relato añadiendo otra cara del poliedro de damnificados por la falta de previsión, fruto de lo que en principio relacionamos con las palabras claves: "planificación" y "descoordinación".

...el rompecabezas empezó cuando los buses escolares no llegaban a la parada habilitada de forma provisional en la calles Orzán y Cordelería.

Los padres de los niños estaban desesperados. Alguno de ellos observó que los autocares bajaban por el Pórtico de San Andrés hacia sus paradas habituales, y las carreras no se hicieron esperar.


«Esto es una vergüenza», se quejó María del Mar, una madre que intentaba llegar con sus hijos a la parada de San Andrés. «Tuvieron que ser los propios conductores de los autobuses los que nos avisaran haciendo sonar el claxon y con luces», subrayó Manuel, otro padre.

«Yo tuve que avisar al conductor para que no siguiese por Orzán, ya que los niños ya estaban en San Andrés», manifestó Juan Santiago. Y ninguno de ellos sabía de quién era la culpa de esta falta de información y coordinación: «Me imagino que tendría que ser el Ayuntamiento el que avisase a los colegios o a las empresas de los autocares», señalaba Juan Santiago. «Yo lo que sé es que nadie me avisó, y ahora no sé si el bus de mi hijo ya pasó o no», contaba molesta María Isaura.

Acerca de las obras en sí, otro detalle... "simpático":

Pero la remodelación y reapertura de Pórtico de San Andrés también fue muy criticada por peatones y vecinos de la zona. Manolo Santos iba a caminar por el paseo marítimo y se paró a tocar una de las columnas de piedra que adornan la calle, y el pilar oscilaba con un sencillo movimiento: «Ya conté cuatro que se mueven. Esto es un peligro. Cada piedra puede pesar 30 o 40 kilos y están a punto de caer. ¿Cómo pueden permitir el paso sin solucionar este problema?, se preguntó. Otros vecinos solicitaron la urgente sujeción de los pilares.

Ahora viene la parte crítica; ya nos resulta un poco pesado insistir en lo mismo una y otra vez, si bien siempre salen nuevos aspectos a la palestra. Si queréis contribuir a sugerir acciones a tomar en situaciones de obras y cortes de recorridos, seguid leyendo. Si no, atentos a cualquier sitio que cubra la presentación del nuevo "iTablet" "iPad" de Apple, en cuestión de segundos (será algo más entretenido que esto...).

(...)

Recordamos que en uno de nuestros post, allá por cuando se reabrió este mismo tramo después de la magna obra de "humanización", comentamos algo acerca de cómo ponerse de acuerdo para concretar la apertura de las calles en obras sin causar este penoso tipo de perjuicios a los ciudadanos. Se ve que nadie nos lee; somos de entornos íntimos... Y sabéis que no se trata de sentar cátedra (Dios nos libre!). Este blog no se dedica a eso. Pero entre reflexiones de aquí y de allí, a veces queremos recuperar retazos de sentido común que bien aplicados quizá contribuyesen a hacer crecer una ciudad agradecida y considerada consigo misma.

Pero cerremos el cupo de "indignación". Que venga el buen rollo. Se equivoca cualquiera; fue una carencia de comunicación; fue sin querer; el fútbol es así...; variemos el semblante; a ver..., son... ri... sa, así; muy bien. Ahora, a aportar sugerencias. Tranquilos, relajados, reflexivos..., conciliadores.

Borramos a golpe de Delete y Supr todos los renglones escritos hasta ahora, adios a la transcripción de la pequeña indignación de allá por julio 2009 (el enlace, lo sentimos, sí va!) y lo sustituiremos todo ello por unas indicaciones o sugerencias mágicas irrealmente razonables, a las que esperamos aportéis algún comentario.

Partimos de la base de que lo lógico, según nuestro punto de vista, es racionalizar las variaciones circulatorias (tanto en cierres como en aperturas) con la debida planificación, organización y previsión. ¿Cómo? Simplemente usando el sentido común.

Estaría bien disponer de avisos desde tres o cuatro días antes, carteles de obra visibles repartidos por los puntos de afluencia circulatoria a la zona. Aplicación de las posibilidades de paneles digitales (Linares Rivas, Alfonso Molina, Ronda de Outeiro, paradas inteligentes). Úsense.

Con información clara de fechas de ejecución y corte de calles, con horas concretas; de escasa densidad circulatoria, a poder ser. Y por supuesto, de cumplimiento obligado!, tanto de cierre como de apertura. También con las indicaciones de recorridos alternativos u obligados, claro.

Despliegue de efectivos reguladores de tráfico -los munipas tan en boga- desde antes del cierre de calles. Mantenimiento de señalización informativa y complementaria durante la duración de las obras. Control continuo en momentos de aumento de -problemas de- tráfico. Celo en mantener las vías despejadas y hábiles para el fluir de la circulación.

Avisos varios y variados, pero efectivos, a los usuarios del transporte público y a los padres que han de llevar a sus hijos a las paradas de los transportes escolares. Coordinación entre todos cuantos estén implicados:

Ayuntamiento, Tráfico, 092, Centros escolares, Compañía de Tranvías...


Información fiable, instantánea, coordinada, sincronizada y efectiva. Que nadie se pueda quedar tirado porque de repente los buses ya no vayan por donde se les está esperando. ¿No hay posibilidad de paneles informativos "portátiles"? (tocaremos el tema más adelante).

Labor de concienciación sobre la conveniencia de disminuir el número de coches por la zona, en favor del uso del transporte público.

Sin duda, habrá alguna acción, por pequeña que sea, que se podría añadir a todo esto, que no deja de ser una pequeña pérdida de tiempo, un desgaste reflexivo inútil, un desahogo impotente de ver cómo se podrían hacer las cosas mejor en vez de hacerlas como se hacen. Se ve que hay distintas ondas -además de la verde-; nosostros no debemos estar en la misma que muchos otros...

Una lástima. Mientras tanto, pasarán las obras y en la próxima volveremos a estar como siempre, estrellando letras y palabras contra las cabezas duras de los que tienen en su mano facilitarnos la vida a todos aunque solamente sea un poquito así...

Como en su día sentenciamos, respetémonos a nosotros mismos, que es el primer paso para que nos respeten... y hagámonos respetar.