28 de marzo de 2014

Mónica Forteza y los inicios de la accesibilidad en el bus urbano. 18.000 firmas por rampas en 2007. Aún sin flota accesible 100% en 2014...

La publicación de este post que estáis leyendo viene a cuento del anterior, donde comentamos la accesibilidad del transporte metropolitano, gracias a Mónica, que nos envió el enlace. Así pues, este es uno de nuestros "posts recuperados de borradores". Ahí va:

En pleno año 2012 se daban casos como este
(bueno, y al siguiente año también se dieron más)
:

25 de junio de 2012

Un vecino (en silla de ruedas) no pudo subir al
Búho porque no eran buses accesibles... Claro!!

Hemos leído varias veces el artículo de La Opinión de hace ya medio año -y cuya transcripción recuperamos de nuestro cajón de post pendientes y transcribimos a continuación-; y tenemos que deciros que lo cierto es que nos dejó -entonces y hoy- un poco... desorientados.

 Es la historia del principio de "la lucha por la accesibilidad en el transporte urbano coruñés", encabezado por Mónica Forteza. Esta chica es una de tantas personas que hay con diversidades funcionales (como actualmente tiende a re-denominarse) y se armó de paciencia para ir tocando puertas municipales hace ya diez años.


Se topó con alguna sorpresa como la que nos hemos llevado todos nosotros en esta lectura: los responsables municipales del PSOE desconocían entonces que los buses carecían de rampas; es más, alguno creía que sí disponían de esa equipación. ¿En 2003? No, hija no!

Casualmente, poco tiempo antes estaba iniciándose también lo que sería el germen del proyecto busurbano y podemos juraros que no había nada de nada. Cero. Ni siquiera información. Esa fue, por cierto, la razón, la motivación, del nacimiento de nuestra iniciativa.

Pero leed, leed...:

Reclamar ante la Administración puede convertirse en algo similar a estrellarse contra un muro, en especial si además se exige algo que afecta a un grupo reducido de ciudadanos, por mucho que la satisfacción de la demanda constituya un ejercicio de justicia social. Mónica Forteza sabe de todo esto.

Hace más de diez años comprobó por sí misma que los responsables municipales ni siquiera sabían cuál era el equipamiento de los autobuses urbanos y se inhibieron cuando esta discapacitada les instó a que corrigieran la ausencia de rampas para sillas de ruedas, un problema que solo empezó a subsanarse un año después.

Mónica fue recibida en 2002 por el entonces alcalde, Francisco Vázquez, a quien expuso que los buses de la Compañía de Tranvías no eran accesibles para personas como ella, lo que supuso una sorpresa para el regidor, que estaba convencido de que disponían de rampas.

[O sea, que el alcalde Paco lo único que sabía era que había unas caja-rojas de Nestlé que daban vueltas por la ciudad con gente dentro...? Inaudito...]

Vázquez prometió darle una respuesta en el plazo de un mes, pero la llamada no llegó nunca. Por eso, decidió que cuando el alcalde volviera a recibirla, lo haría respaldada por otros ciudadanos, lo que le llevó a reunir 18.000 firmas de apoyo a su petición de que los autobuses urbanos fuesen aptos para los discapacitados.

[Entonces las diferencias entre ciudades se plasmaban en campos como el de la accesibilidad; recordaréis que el rebaje de las aceras, eso tan simple y obvio, es relativamente reciente...]

La joven ya había tenido una experiencia negativa con el concejal de Tráfico, José Nogueira, quien admitió la ausencia de las rampas pero que, según ella, le espetó: 
"No solo los minusválidos tenéis problemas en la vida"

[De ser cierta y textual, la cita es "extraordinaria"... Dudamos si apuntárnosla para los anales de la historia busurbana...]

Su encuentro con la edil de Servicios Sociales, Mar Barcón, tampoco fue satisfactorio, ya que también ella creía que los buses llevaban rampas, puesto que el teléfono 010 informaba de ello. La hoy portavoz socialista no solo no se comprometió a remediar la situación, sino que incluso propuso a Mónica que hiciese un informe sobre el transporte público adaptado en Barcelona, en lugar de encargar esta tarea a los técnicos municipales.

[¿El 010 informaba de que los buses eran accesibles? Mmmmm, ¿de parte de quién? Nos parece rarísimo; tanto como que la concejala Barcón desconociese que un usuario en silla de ruedas y una simple silla de bebé tenían impedimentos o dificultades similares para subirse al bus por entonces...]

Pese a todo, la joven elaboró el documento, aunque no pudo entregárselo al alcalde porque este no la volvió a recibir y cuando intentó entregárselo al Comité de Accesibilidad del Ayuntamiento y tomar parte en sus reuniones, le informaron de que este organismo de que no podría tramitar su queja porque solo se dedicaba a asesorar y no a transmitir reclamaciones.

[Vaya, un "comité de accesibilidad" local que carecía de utilidad real... Al menos asesorarían, no?]

En octubre de 2004, un año después de que Mónica Forteza entregase sus firmas en el palacio de María Pita, el Gobierno local presentaba los primeros autobuses con rampa de acceso para sillas de ruedas. En 2007, el Ayuntamiento preveía que en solo dos años (o sea, en 2009) todos los buses serían accesibles, ya que el Ministerio de Trabajo y Servicios Sociales pretendía ordenar la adaptación de todos los vehículos de transporte público.

[La remesa de los primeros buses con rampa era la de los números 340 a 347, pero no todos ellos venían equipados de origen con ellas. En otro frente, tened en cuenta que los tornos permanecieron hasta 2008, limitando el acceso por la puerta delantera a sillas y carros. Ni en 2009 ni en 2013! se dispuso de una flota totalmente accesible, como se anunciaba o pretendía]

Diez años más tarde de la iniciativa de la discapacitada coruñesa, casi todas las líneas de la Compañía de Tranvías cuentan con gran parte de sus vehículos dotados de rampa, pero no toda la flota lo posee, por lo que quienes cuentan con problemas de movilidad deben informarse de los horarios de los buses accesibles antes de salir a la calle o hacerlo en los paneles instalados en algunas paradas.

[Nos siguen llegando testimonios y quejas de personas que se ven incapaces de utilizar el transporte público con normalidad, a causa de esta circunstancia, pero vamos por buen camino, ya que se puede decir que prácticamente la totalidad de la flota ya cuenta -al menos- con piso bajo y buses que se inclinan para favorecer el acceso]

En los últimos años se introdujeron -y se está continuando en esas labores- algunas mejoras en la movilidad de los discapacitados, ya que se instalaron plataformas de hormigón en algunos puntos, que permitían un despliegue adecuado de las rampas de los buses, aunque luego fueron -y lo están siendo- sustituidas por el ensanchamiento de las aceras hasta el bus.

La renovación anual de sus vehículos que efectúa la Compañía de Tranvías contribuye a que el número de buses adaptados sea cada vez mayor, pero todavía los hay inaccesibles para quienes, como Mónica, no pueden superar los escalones.

[Exponentes negativos en accesibilidad todavía los tenemos en los buses 320, 321 y 337, que son los tres articulados Mercedes que disponen de escalones en sus tres puertas, aparte de algunas reliquias todavía activas en el Especial Universidad]

Vista del interior del acceso/salida de la puerta trasera.

La historia de Mónica:
El transporte urbano no es el único campo en el que Mónica Forteza ha trabajado en favor de los derechos de los discapacitados. Esta psicóloga y coordinadora del gabinete de accesibilidad del Grupo de Personas con Discapacidad de A Coruña es también la responsable de una iniciativa presentada este verano: la guía de locales accesibles de la ciudad plasmada en la web corunaaccesible.com.

En esta página se detallan los establecimientos comerciales y de hostelería que cumplen toda la normativa para permitir el acceso y la movilidad de las personas con problemas para desplazarse, una información que es recabada con insistencia por quienes deben visitar la ciudad.

Un recorrido por la guía arroja un resultado desolador, puesto que a pesar de la alta densidad del sector terciario en A Coruña, solo 5 hoteles, 13 restaurantes, 28 cafeterías y 6 centros comerciales reúnen las condiciones necesarias para acoger a los discapacitados, por lo que todavía queda un largo camino por recorrer.

[ También se hace mención a la situación de oferta accesible en el transporte público urbano, los buses de Tranvías; pero esa información está un tanto desactualizada, y tenemos entre nuestras tareas pendientes elaborar un post fijo en el blog busurbano en el que se detalle la situación real actual ]

Buceando en la hemeroteca de la prensa local, hallamos este artículo del año 2007, en el que se cita el quid de la cuestión inicial. Este es un breve extracto; si queréis leerla entera, os la dejamos a mano en las fuentes del final:
Miembro del gabinete de accesibilidad de Grumico, Mónica Forteza Monfort pelea por el sentido común: «En el mejor de los casos, las barreras te estorbarán porque llegas a mayor»

De pequeña corría. «Hacía atletismo», sonríe Mónica. Hasta que a los nueve años empezó a caerse con demasiada frecuencia. Primero una muleta, después dos y, finalmente, la silla, momento en que las dificultades para moverse la obligaron a dejar su casa de siempre en el centro y trasladarse a A Gaiteira. «Había demasiadas escaleras», cuenta sin reproches, ni dramas ni, mucho menos, pizca de autocompasión.

   Situémonos en 2007:

Tiene 34 años, se mueve en una silla eléctrica, sólo puede subirse a 43 de los 92 buses urbanos, a 2 de los 521 taxis y a ningún autocar interurbano. El tren y el avión están ahí, pero sin posibilidad de entrar en un servicio. «No puedo ir, por ejemplo, a la playa de Sada si no me puedo gastar treinta y tantos euros en un taxi», ejemplifica. Pero no se ha encerrado, ni mucho menos. Pregunten, si no, en Tranvías -es una habitual de la línea 2 -, en la piscina de San Diego, en la playa de Oza, en Cuatro Caminos, en la UNED, en Grumico, en el Ayuntamiento. «Yo voy a mi ritmo, pero voy -explica-; me gusta la palabra diversidad funcional, porque, realmente, todos funcionamos de diferente forma».

«No hay nada que superar» dice cuando se le pregunta sobre la enfermedad, una distrofia muscular de cintura, genética y degenerativa, a la que se ha adaptado y con la que convive. Con todas sus dificultades y esfuerzos, no lo niega, pero con -al menos de puertas en la calle- educada alegría. «No es que yo haya tenido suerte, es que en la vida excepcionalmente te encuentras con gente... dificililla; las personas son humanas y solidarias», sostiene. No recuerda barreras mentales. «La verdad, no me merezco acordarme de lo malo», concluye la práctica Mónica optimista.

(...)

Tener que planificar las salidas es otro de los inconvenientes. Pero no sólo para ella estaría bien la accesibilidad. «No es solidaridad, es justicia -recalca- y es un seguro de vida: en el mejor de los casos, la necesitarás porque llegas a mayor».

No puede, por ejemplo, ver las estrellas en el Planetario o subir a la Atalaya en Méndez Núñez y viajar «me sale muy caro». Pero puede, y lo hace, pintar, jugar con sus sobrinos... y asesorar a comerciantes, presidentes de comunidad y a quien lo solicite sobre lo nada practicables que son los quince centímetros de escalón que permite la ley. Y está convencida de que «llegará un día en que los niños leerán que tiempo atrás se peleaba contra las barreras arquitectónicas y no entenderán cómo era posible que existiesen».

Como es habitual, la entereza y el afán de salir adelante de las personas que se ven abocadas a ejercer un esfuerzo extra en desenvolverse como cualquier otra, es objeto de nuestra admiración y reconocimiento. Y sabemos por experiencias muy cercanas que cualquier día la vida nos puede cambiar en un instante. Si hoy estamos corriendo por placer, mañana podemos vernos en una silla de ruedas para siempre. No debería ser "el fin del mundo" para nadie (ejemplos hay!), pero está claro que todo cambia y es lamentable que las condiciones de accesibilidad pongan cuesta arriba la "recuperación de la normalidad". Apoyemos todos la consecución de la accesibilidad universal y fuera barreras!

Nota: este post permanecía en borradores desde septiembre de 2013.
Nos alegramos de poder ir dando salida a contenidos pendientes.

Fuentes: La Opinión-1La Opinión-2La Voz 2007
Imágenes: La Voz, El Rincón de ALIS
+info: corunaaccesible.com

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