La huelga del bus urbano se anula tras la aprobación del nuevo convenio.

Fuente: El Ideal Gallego

El conflicto laboral de la Compañía de Tranvías, que mantuvo en vilo tanto al Ayuntamiento como a los 68.000 viajeros que usaron a diario el transporte público, finalizó ayer cuando la asamblea de trabajadores votó a favor del nuevo preacuerdo alcanzado el lunes pasado: 151 a favor, 32 en contra y tres votos en blanco. Así se desconvoca la huelga que hubiera comenzado mañana y se vuelve a la normalidad.Es una noticia que acogieron con alivio tanto la patronal como los trabajadores. El gerente de Tranvías, José Prada, se negó a hacer declaraciones, como es habitual en él, mientras que el presidente del comité de empresa, Miguel Campos, de UGT, señaló que “alégrome de que esto chegue a un bo termo”. Para Campos, el acuerdo es satisfactorio para la mayoría y se ha logrado “sen perxudicar a ninguén, para o que tivemos que renunciar a moitas pretensións, sobre todo no terreo económico”.

Los trabajadores de Tranvías se quedan así con un convenio laboral válido durante tres años que les supone un incremento salarial de un 5%, alejado del 3% que les ofrecía la patronal, pero también del 6,28% al que aspiraban los representantes sindicales. Campos señaló que los resultados habían quedado “moi por debaixo das nosas aspiracións, pero hai que ter en conta a situación económica e que todo se estaba a facer costa arriba”. El presidente del comité de empresa recalcó que el 81% de los trabajadores habían dado su apoyo al convenio en un comicio en el que cada uno “votó a conciencia e valorou o que tiña que valorar”.

Una lectura muy distinta hace de la votación el representante de la CIG, Ernesto López Rei, que considera que “o que os traballadores non votaron que sí o convenio, se non que votaron non a folga”. Por lo demás, el mismo López Rei, secretario de la Federación de Transportes de su sindicato, reconoció que el resultado “era o que tiña que ser, porque a xente non estaba unida e non quería a folga”.

Por su parte, Félix Grobas, delegado de CCOO, asegura que “o que se votou foi o convenio, e nada máis” y quiso dar las gracias a los trabajadores por el apoyo demostrado a lo largo de toda la crisis. “A pesar do que tivemos que renunciar, pódese decir que estamos contentos”, reconoció Grobas.

Las dos asambleas que se convocaron ayer, a las once de la mañana y a las cinco de la tarde, se parecieron: en ambas reinó un ambiente de intenso debate pero “sin crispaciones”. De hecho, los trabajadores votaron en masa, aún más que cuando se sometió a su valoración el primer preacuerdo, cuando casi 150 papeletas se introdujeron en la urna con un resultado de 75 en contra y 72 a favor.

El comité de empresa quiso dejar muy claro que la renuncia a sus reivindicaciones es tan sólo temporal, porque volverán a ponerlas encima de la mesa dentro de poco más de dos años y medio, cuando negocien con Prada el siguiente convenio. “Non as esqueceremos porque creo que as merecemos”, afirmó Campos.