Se inicia otra ofensiva local: a favor la de la limpieza en las calles, en contra de la suciedad. Como es habitual desde tiempos inmemoriales, vamos a remolque en iniciativas cívicas y útiles, en comparación con otros países e incluso ciudades. ¿O es que ya no os acordais de cuando la basura se amontonaba en bolsas en las esquinas de los edificios o practicamente delante de los portales, entre dos coches? Pues con ese eterno retraso, toca ya la batalla de los chicles y las colillas.
En lo que concierne a nuestros contenidos, en menos de un mes se espera que en las paradas de bus urbano más concurridas se hayan instalado ceniceros (unos 60) para evitar la siembra indiscriminada de colillas por los rincones de las aceras.
Los ceniceros en cuestión serán cuadrados, pequeños, alargados y tendrán un litro de capacidad. Se colocarán en papeleras, marquesinas, paredes, semáforos..., "serán bonitos, prácticos y tendrán poco impacto visual” y estarán “muy bien integrados” en la ciudad. Palabra de Manolo Pedreira, de Medio Ambiente... Los ceniceros son el 10% de lo realmente necesario, que es urbanidad, civismo, respeto y educación. Esto se reparte el 90% restante.
Hablando del rey de Roma, los que habeis viajado algo por España, ¿os habeis fijado en que la gente guarda cola escrupulosamente para subir al bus? No, no se lanza desaforado en competición para entrar antes que tú, con un leve empujón previo... Bueno, hablaremos del tema, porque en ocasiones se nos da por pensar que somos tan borregos que necesitaríamos una rayita en el suelo para tal muestra de civismo...
Fuente: Diario Qué!
6 de febrero de 2007
Ceniceros en paradas de bus. Bien, pero... ¿para cuando raya en el suelo para las colas?
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