Un "detallito sin importancia": va una empresa y te cambia lo necesario para que tu rutina cotidiana de desplazarte en bus urbano se altere. Pero oye, sin avisar previamente. Así tiene el doble de gracia. Y les da igual en lo que te afecte ese día y el siguiente. Protestas. Acaso sirve para caldear algunos ánimos y soliviantar otros. Esa vana indignación se evapora al poco porque los responsables del lío aguantarán el chaparrón, justificarán a posteriori la actuación y a la semana, todo habrá pasado.
Y no, hoy no hablamos de Tranvías...
En los cajeros de ABANCA ya NO podréis recargar vuestra Tarjeta Millennium o la Tarjeta Metropolitana con el billete de 5 euros (y si aún podéis, no ha de prolongarse mucho).
La recarga mínima pasa a ser de 10 euros.
Manu Boutureira sintió que le obligan a variar su dinámica de recarga y ese día tuvo que pagar el bus en metálico. ¿Con qué derecho? Otro usuario se quejaba de que de algún modo le obligan a gestionar su dinero al gusto de la entidad. Los pesimistas piensan en un posible extravío de la tarjeta y prefieren perder 4 euros que 8. Quien conoce más que nosotros ese ámbito justificaba la medida con argumentos. Isaac se fija en las ciudades "del primer mundo", donde las recargas se efectuan en cajeros, estancos o en el propio bus. No cita el pago con una simple tarjeta bancaria (ya en muchas ciudades). Aquí, el estreno oficial de la aplicación para móviles hablaba de septiembre (onde vai...!). Y habrá usuarios que querrán seguir haciendo uso habitual de la Tarjeta Millennium (si otro día no se les ocurre "desinventar" algo, claro...).
Ajo y agua.
A posteriori, los medios locales se han ido haciendo eco de este hecho y completando con más información. He aquí un dato que leemos en Quincemil, que dice que "la entidad bancaria todavía no tiene actualizados los programas de los cajeros, por lo que se han ocasionado retenciones":
"Metí el billete de cinco euros en el cajero y me lo tragó. Después salió un ticket en el que aparecía que se trataba de un billete falso. En la oficina me comentaron que hasta que se comprobara que sobraba ese dinero, no me lo podían devolver"
El comprobante de la usuaria que publica Quincemil. |
Para redondear la cosa, otro tanto ocurre con la Tarjeta Xente Nova: "De esta forma, los jóvenes que no tengan abonos pendientes deberán aportar mínimo diez euros para utilizar la tarjeta".
"Yo no voy tanto en bus como para tener que meter diez euros. No es justo"
Volvemos a lo comentado antes: obligan a los usuarios a manejar su propio dinero como a la banca le da la gana. De traca.
Lo destacan a posteriori:
La Opinión, 19-10-2021
Quincemil, -25-12-2021, Sandra Rivadulla
Imágenes:
Blog Busurbano y Quincemil
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