Están trabajando en su solución, pero entretanto, la web y la aplicación se encuentran inactivas. Igualmente, la app BusCoruña -que es la que tenemos de mano y os recomendamos- también está caída, por cuanto se surte de la fuente afectada.
El servicio de autobuses continúa con su funcionamiento habitual, solamente que no podréis consultar los tiempos de espera de vuestro autobús, ni en las paradas ni en vuestros dispositivos móviles.
Tranvías se ha comprometido a avisar en cuanto esté solucionada la anomalía, que imaginamos que será a lo largo de la mañana.
Fuente:
Tranvías Coruña TW, 28-08-2018 a las | 09:10 h
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Un ciberataque anuló en la mañana del 28 de agosto la aplicación y la web propias, de manera que los usuarios se vieron perjudicados a la hora de saber cuándo llegaría su autobús. Del mismo modo, las paradas tampoco mostraban los datos referidos. Hacia el mediodía, la situación fue solucionándose, pero no fue hasta las seis de la tarde, después de una árdua tarea de los técnicos, cuando todo se normalizó. A pesar del ataque, el servicio de transporte funcionó con normalidad.
La empresa afirma que es la primera agresión de estas características que registra y ya ha interpuesto denuncia ante la la Policía Nacional. Según el protocolo, estas incidencias son después analizadas por el Grupo de Delitos Tecnológicos, especialistas que pertenecen a la Brigada de Policía Judicial de la Comisaría Provincial, que investigarán la procedencia del ciberataque y la identidad de sus responsables.
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Si rebuscamos en nuestra Hemeroteca Busurbana, nos topamos con una incidencia por el estilo allá por julio de 2014. Así lo recogíamos en el post correspondiente:
Un archivo corrupto en el servidor informático del sistema de cobro y del GPS de la Compañía de Tranvías fue el causante de la avería sufrida el pasado martes en los autobuses urbanos de la ciudad, según la investigación efectuada por la concesionaria.
Este problema hizo que los dispositivos instalados en los vehículos recibieran un mensaje de error que les impedía cobrar a los usuarios mediante la tarjeta Millennium, lo que generó importantes retrasos en todas las líneas y que finalmente se optara por no cobrar a la mayoría de los viajeros o que se hiciera minutos después de que hubieran subido al bus.
La lectura íntegra del post nos da una visión general del problema que fue más allá de la anécdota:
En términos económicos, el varapalo ha sido importante, superando los cien mil euros en pérdidas, pero nos consta la intención de la empresa de haber procurado que el servicio siguiese adelante causando los menores perjuicios para los usuarios; eso sí, en las primeras horas, la operativa pecó de improvisada -al no existir protocolo de actuación para casos de desastre general-. A la vez, los intentos para procurar a toda costa cobrar los billetes fueron los que ocasionaron los primeros retrasos; se llegaron a hacer "transvases" de pasajeros a autobuses a los que sí les funcionaba la maquinaria de cobro, pero como decimos, fueron maniobras que a la postre ralentizaron el servicio en horarios y frecuencias.
Esto fue en el verano de 2014...
Vade retro! Nunca se repita!
Fuente:
La Opinión de A Coruña, 29-08-2018, Sandra Fernández
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