18 de enero de 2013

Arruinando la vida gratis: Pierde el trabajo tras ser imputado por una violación que no cometió.

De pronto, la policía le apareció en casa y se lo llevó detenido. El hombre no entendía nada. Pero al llegar a comisaría le hicieron entender. Le explicaron que una joven lo había denunciado nada menos que por violación. Pasó a disposición judicial y el magistrado que le tomó declaración no le creyó y lo imputó como autor de un supuesto delito de agresión sexual.

En su empresa, la Compañía de Tranvías,
se enteraron y no le renovaron el contrato. 
Así que se fue al paro. 

Sucedió en mayo del 2011 y hasta la pasada semana la Justicia no le levantó la imputación, archivando el caso para siempre e invitando al ahora inocente a que presente una demanda por denuncia falsa contra aquella joven. El hombre lo estudia, pero está ya casi convencido de que lo hará. Por todo el daño que le hizo.

El hombre conocía a la chica. Era la novia de un compañero. Y llegó a tener buen trato con ella. La joven solía coger el bus que él conducía, por lo que terminaron teniendo una amistad. Pero de pronto, el 3 de mayo del 2011, tras verse, la denunciante se presentó en un pub de la calle del Orzán y se dirigió a unos conocidos. Les dijo que la acababan de violar. «Con mucha naturalidad y muy tranquila», según luego declararon esos testigos. Tanto, que no la creyeron del todo. Sobre todo después de que la joven se pidiera una copa. La terminó y se presentó en comisaría. Allí contó que un compañero de su novio había quedado con ella y la había forzado a mantener relaciones. Pese a que no presentaba lesión alguna, se inició el protocolo de actuación en estos casos y la policía fue a detener al hombre.

En comisaría, el conductor de autobús explicó que nada de lo que le acusaban era cierto, que la chica, a la que conocía, se lo había inventado todo. De nada le sirvieron las súplicas. Así que lo llevaron ante el juez de guardia. Este lo escuchó. Pero no le creyó lo suficiente, por lo que terminó imputándolo por un delito de agresión sexual; si bien no lo envió a prisión porque el magistrado tenía serias dudas sobre la veracidad de la denuncia.

La noticia llegó a la Compañía de Tranvías.
El hombre estaba a punto de renovar su contrato
tras cinco años en la empresa.
Pero no lo hicieron
.
Le comentaron que esa imputación le hacía mucho daño.
Hoy entiende a la empresa.
Sabe que con esa acusación encima,
no podían permitir mantenerlo en el trabajo.


En el auto que archiva definitivamente la denuncia, se recuerda que la joven tiene las capacidades cognitivas mermadas, con una inteligencia límite. Ahí se se dice que tras la investigación queda claro que no hubo agresión sexual de ningún tipo. Ni siquiera una relación de superioridad hacia ella debido a su estado mental.

Es decir, no hubo nada de nada.

Fuente: La Voz de Galicia    

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