El Ideal Gallego retrata la reacción de los transportistas sobre el anuncio de retirar el Carril Bus de su actual ubicación... 
(seas usuario del bus, conductor, peatón, transportista, vecino o comerciante, sigue abierta la mini encuesta sobre el tema del Carril Bus, ahí al lado...>>
La decisión anunciada por el futuro alcalde, Carlos Negreira, de reubicar el carril bus, 
sigue acumulando reacciones. Después del colectivo de 
vecinos y comerciantes otro ligado estrechamente con estos últimos, el de los 
transportistas, aplaude la medida. El presidente de 
la Asociación Coruñesa de Transportes Discrecionales (Acotrades) 
no disimula su satisfacción ante la retirada de una infraestructura que, según sus propias palabras, 
no ha causado más que problemas para su colectivo a la hora de realizar las operaciones de carga y descarga. Ahora preparan una batería de propuestas para presentarla al nuevo gobierno popular en cuanto sea posible.
 Federico Tapia antes del Carril Bus
Federico Tapia antes del Carril Bus que siempre había denunciado que 
el carril bus, en su actual emplazamiento de calles como la de Federico Tapia o San Andrés, 
perjudicaba mucho su carga y descarga.  “Nosotros ya se lo habíamos advertido al concejal socialista de  Tráfico, Florencio Cardador, pero  dijo que era irrevocable”, recuerda  el presidente de Acotrades. Así que cuando empezaron a notarse los  efectos del carril bus, tras su implantación en agosto de 2008, a los  transportistas no les cogió por sorpresa, pero 
Vaamonde  asegura que, de todos modos, les ha afectado considerablemente al  combinarse con los efectos de la crisis, que comenzó poco después.Uno de los problemas que supone el carril bus  es puramente logístico, porque 
obliga  a los transportistas a aparcar sus vehículos en las zonas de carga y  descarga, aunque éstas se encuentren muy lejos del negocio al que  tienen que traer los suministros. Vaamonde pone como ejemplo,  precisamente, la calle de San Andrés. “Si quieres llevar algo a un local  que esté cerca de la plaza de Santa Catalina tienes que elegir entre la  zona de carga del Banco Pastor o la de plaza de Pontevedra”.
 Cualquier de las dos opciones supone para el transportista perder un  cuarto de hora entre idas y venidas
Cualquier de las dos opciones supone para el transportista perder un  cuarto de hora entre idas y venidas, cargados con el material.  Supone  un gasto de tiempo y esfuerzo, sobre todo cuando otro de los efectos de  la crisis es que obliga a los distribuidores a hacer más viajes, aunque  paradójicamente se les saca menos provecho.
La razón de este fenómeno es, según Vaamonde, que 
los pequeños comercios hacen cada vez más pedidos, pero siempre a pequeña escala. “Hay tiendas a las que 
tenemos que llevar pedidos cada día”,  asegura. Aunque los transportistas tratan de llevar la mayor cantidad  posible de género en un solo viaje, para maximizar el gasto de tiempo y  de combustible, simplemente muchas veces no tienen otra opción.
“
Ahora las tiendas no tienen casi stock de nada. Tratamos de negociar un precio a la baja con pedidos grandes pero insisten en lo mismo: 
quieren tres de algo y luego, cuando están a punto de agotarlo, te llaman de nuevo”, explica. 
Este sistema beneficia a los comerciantes, porque  así pueden pagar los pedidos con dinero de caja y se aseguran de no  quedarse con género al que no puedn dar salida, pero perjudica a los transportistas.Y a este problema, se le añadía el del carril bus, de ahí que Vaamonde asegure que el vial de uso exclusivo 
“nos ha hecho muchísimo daño”.
Su desaparición supondrá un aumento de las ventas y la agilización de las zonas de carga y descarga  y, como recuerda el presidente de Acotrades, “una ciudad como A Coruña,  que depende del comercio, no puede prosperar si no tiene una buena  distribución”.
Los transportistas esperan que  el nuevo alcalde se reúna con ellos para escuchar sus sugerencias. Entre ellas, 
algunas  zonas de carga y descarga más, aunque sobre todo piden que se organicen mejor. “Necesitaríamos 
una en San Andrés y otra en la plaza de Vigo”, adelantó Vaamonde, que matizó que tampoco piden un trato especial por parte de las autoridades:  
“Únicamente esperamos poder volver a la situación en la que estábamos antes y que ahora mismo, para nosotros es una utopía”.
Fuente e imagen: El Ideal Gallego