4 de diciembre de 2011

Entrevista a Julio Flores sobre lo que se nos viene encima (figuradamente) y la actualidad busurbana.

Interesante documento en el que se recoge la entrevista que El Ideal Gallego le realiza a Julio Flores portavoz del ayuntamiento y concejal de seguridad y movilidad, por Patricia G. Lema:

 “En la vida hay que tomar riesgos calculados”. Lo dice el portavoz del Ayuntamiento y concejal de Seguridad y Movilidad, Julio Flores, que este mes tendrá que asumir la ejecución de una de las promesas estrella del PP en las pasadas elecciones municipales: la supresión del carril bus. El conservador está convencido de que la alternativa a ese modelo –una vía prioritaria vigilada– será un éxito, aunque en la oposición ya piden que rueden cabezas en el equipo de Negreira. Asegura que su propuesta forma parte de un puzzle, el de la administración local, en el que poco a poco irán encajando todas las piezas: la Policía de Barrio, un plan de movilidad hecho a la medida de la ciudad y un consistorio sin facturas pendientes en los cajones.

En una ciudad en donde la doble fila es un problema enquistado, lograr que funcione un modelo de vía prioritaria vigilada en la que no existirán barreras que delimiten el camino a los buses, se ha convertido en el principal reto del nuevo gobierno. En menos de un mes, no habrá aletas de tiburón entre Federico Tapia y la calle de San Juan, se podrá aparcar en San Andrés y habrá 18 cámaras controlando a los infractores. Como responsable de Movilidad, Flores tendrá que llevarlo a la práctica, aunque la tarea no le asusta: “Será el punto de partida de un proyecto más ambicioso”.

IdealGallego—La alternativa al carril bus gusta sobre el papel, pero hay quien dice que la realidad será diferente. ¿La ciudad está preparada para una vía prioritaria vigilada?

JulioFlores— En la vida hay que tomar riesgos calculados. Estoy contento porque todos los sectores implicados nos han mostrado su apoyo y la mayoría de ellos consideran que tiene buena pinta y que está bien planificado, por lo que ahora vamos a ver cómo funciona.

IG—En la oposición ya piden dimisiones...

JF—Para mantener el carril bus y hacer lo mismo que hacían otros, mejor uno se vuelve para su casa. Y en el tema de movilidad, los que piden dimisiones preventivas antes de ponerlo en marcha lo único que demuestran es que un día, cuando se presenta el proyecto a la oposición, te dan un voto de confianza y al día siguiente piden dimisiones, con lo cual están un poco desnortados.

IG—¿Funcionará el sistema?

JF—Estoy absolutamente convencido de que va a funcionar, y de que va a ser el punto de partida de un proyecto más ambicioso: trasladar ese nuevo concepto de movilidad a las calles que gestionan el 80% del tráfico en la ciudad. Sé que es un plan que está bajo el punto de mira de otras ciudades, y que, al mismo tiempo, tampoco aporta ninguna novedad. No estamos inventando la gaseosa, estamos cogiendo elementos que ya existían y aglutinándolos en una sola vía.

IG—¿Qué plazo se marcan para saber si es un éxito?

JF—Hay que darle un par de meses para ver qué pequeños problemas surgen, pero creo que en el primer trimestre del año que viene tendremos un balance, que espero que sea positivo. Además, la acción se completará con una campaña informativa para que los ciudadanos conozcan las condiciones de esa vía prioritaria vigilada, aunque sé que la mayoría de los vecinos cumple con las normas de circulación. A lo únicos a los que no les va a gustar es a aquellos que no las cumplen, que están acostumbrados a campar a sus anchas y que ahora ya no lo podrán hacer más.

IG—Y si fracasa, ¿tienen preparado un plan b?

JF—Tenemos plan b, c y d pero no tenemos plan e, eso lo tenían otros. Hay alternativas, pero estoy cien por cien seguro de que este sistema va a funcionar tal y como está diseñado.

IG—El modelo incluye la creación del párking expréss, para aparcar un máximo de 20 minutos, ¿cómo van a garantizar esa rotación en las plazas para que la medida sea efectiva?

JF—Antes de nada tenemos que aprobar la tarifa para las 51 plazas de párking expréss en la nueva ordenanza de la ORA, que será una tarifa barata de 40 céntimos. A partir de ahí, se trata de garantizar una rotación en las zonas comerciales, para que donde antes la gente paraba en doble fila para hacer un recado pequeño ahora utilice estas plazas. El vigilante de la ORA va a trabajar ahí; la Policía local va a estar ahí; las cámaras de videodetección van a estar a disposición de ese tema e incluso hay otro tipo de elementos electrónicos que estamos valorando para garantizar que haya esa rotación y que nadie se salte la normativa.

IG—Ahora mismo ya existe una modalidad de la ORA para estancias cortas, pero ¿por qué no se cumple?

JF—El tema de la ORA es también uno de los asuntos que está en la larga lista de tareas a revisar. Existe una normativa y el gobierno municipal está obligado a cumplirla, pero, ahora, en algunos casos se cumple y en otros no. Hay que darle una vuelta importante al aparcamiento regulado. La ORA tiene margen de mejora en la distribución, en la gestión, en el control y en la revisión de la ordenanza.

IG—Se van a quitar las aletas de tiburón, aunque no descartan este sistema para otras zonas de la ciudad...

JF—Este gobierno municipal no tiene nada en contra el concepto de plataforma segregada para el bus. En otras ciudades funciona, pero aquí lo que se ha hecho es gastar 90.000 euros en poner un carril bus por una zona sin decir porqué se hacía, y pagarle a un experto de movilidad un estudio cuya conclusión fue que por ahí no se debería poner un carril bus. Nosotros no queremos cometer ese error, y ahora lo que estamos haciendo es poniéndonos en contacto con varios expertos de movilidad tratando de que trabajen en un plan específico para esta ciudad. Es decir, hacer un traje a la medida de La Coruña.

IG—Será el segundo plan de movilidad que se encargue, ¿conseguirá este resolver de una vez el problema del tráfico?

JF—En contra de lo que dicen algunos, el plan de movilidad no es una varita mágica que vaya a solucionar los problemas de tráfico en cinco días, sino que es un plan que va a dar sus resultados a lo mejor a cinco años vista, y que cuanto antes nos lo tomemos en serio, antes notaremos el resultado.

IG—¿Cuándo esperan tenerlo?

JF—Estamos viendo la disponibilidad de los expertos, para que ellos mismos sean los que establezcan un cronograma. Lo que no voy es a precipitarme ni a meterles más prisa de la debida porque es una materia de suficiente calado como para tomárselo en serio y acertar en lo que hagamos.

IG—¿Qué alternativas se incluirán en transporte público?

JF—Ese es uno de los principales elementos del plan de movilidad, y algo que tendremos que articular no solo dentro de la ciudad, sino a nivel metropolitano. En la ciudad entran 100.000 vehículos diarios, y tenemos que tratar de rebajar la densidad de tráfico.

IG—En su programa prometían aparcamientos disuasorios, pero en sus planes no aparece ninguno por ahora...

JF—Esa es una decisión que tiene que tomarse más allá del ámbito municipal. El Gobierno autonómico está trabajando en este estudio de la red de aparcamientos disuasorios que está relacionado con el trayecto del metro ligero, que se está analizando en profundidad para no hacer lo mismo que el PSOE en otras ciudades: primero se gastan millones en metros ligeros y después los clausuran por falta de viabilidad económica, como acaba de pasar en Andalucía.

Imágenes: El Ideal Gallego, desmotivaciones.es, El Blog Busurbano

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