-¿Qué balance hace de los primeros días de funcionamiento del carril bus?-Está funcionando muy satisfactoriamente. Hemos notado que sobre todo la línea 4, que es la que utiliza el carril bus en todo su recorrido, ha mejorado su eficiencia y que ahora no se producen retrasos en las horas punta. El trazado completo del carril empezó a funcionar el jueves, por lo que todavía es pronto para ver cómo funciona. Habrá que esperar a que se incorpore el transporte escolar y que todo el mundo se incorpore al trabajo, pero de momento está funcionando muy bien.
-En parte eran críticas que esperábamos, porque el carril bus es una idea muy vieja y que debería haberse aplicado hace veinte años. En todas las ciudades de esta dimensión, así como en las más grandes e incluso en otras más pequeñas, hay carriles bus. Al igual que las peatonalizaciones de calles, siempre levantan ampollas entre aquellos que estaban acostumbrados a incumplir las normas de circulación, a aparcar en doble fila... Son críticas que esperaba y que para mí no son una sorpresa.
-Hay personas que dicen que el carril bus impide dejar a una persona mayor delante de su casa o aparcar a una ambulancia.
-Las ambulancias son un servicio público y por lo tanto van a poder entrar en el carril bus, como no podía ser de otra manera y como recoge el Código de la Circulación. El conductor que abusaba y dejaba el coche en doble fila o el que aparcaba en una zona prohibida es el que se está quejando, como el comerciante que estaba acostumbrado a que le dejaran los paquetes a cualquier hora pese a que la carga y descarga está regulada. Son 140 las plazas de aparcamiento que se han suprimido a cambio de que 40.000 personas ganen cinco o diez minutos de su tiempo. Es normal que la gente que se ve afectada proteste al principio porque piensan más en lo suyo que en los demás, pero está dentro de lo normal porque las quejas se han producido en todas las ciudades donde se han implantado los carriles bus o las peatonalizaciones.
-¿Cree que a medio plazo se podrán apreciar efectos positivos del carril bus?
-Ya se notan ahora mismo y no sólo en el transporte público, porque el particular, al no verse influenciado por los autobuses, también está funcionando mejor. El único inconveniente son las plazas de aparcamiento suprimidas, porque las dos únicas zonas de carga y descarga que había en el carril bus se han puesto al otro lado de la calzada. Los únicos perjudicados son los 140 conductores que aparcaban bien y los que lo hacían en doble fila. Si una anciana tiene que parar el tráfico al bajar del coche delante de su casa, lo hará con carril bus o sin él, aunque eso dependerá de la Policía Local.
-Algunos conductores se quejan de la peligrosidad de los giros donde existe el carril bus.
-Es cuestión de conocer el Código de la Circulación y saber qué hay que hacer. Si alguien me sale por la derecha y va a seguir de frente y no va a cambiar de carril, evidentemente tiene preferencia. Pero si el autobús va a cambiar de carril, salvo que haya un ceda el paso, es el otro vehículo quien tiene preferencia. En las intersecciones donde hay un ceda el paso hay que hacer precisamente eso, cederlo.
-¿Pueden producirse situaciones conflictivas en algún punto del carril bus?
-Los cambios son siempre conflictivos cuando se producen. Cuando hace algunos años en la intersección de Alfonso Molina con Cuatro Caminos se cambió el ceda el paso, hubo problemas porque la gente estaba acostumbrada al sistema anterior y no se fijaba en las señales, pero habrá que fijarse y conocer el Código.
-¿Cómo ve el hecho de que vecinos y comerciantes se organicen para protestar contra el carril bus?
-No tengo nada que decir, cada uno es libre de opinar lo que quiera. Yo también opino lo que quiero, que es el bien de la inmensa mayoría y no de los 140 que aparcaban en el carril bus.
Fuente: La Opinión de A Coruña
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Por una vez, y que no sirva como precedente estoy de acuerdo con este tipo. Aconsejaría también a todos los periódicos que sacan las opiniones de comerciante, aparadorescronicosde doble fila y demás que, sacaran también la opinión de algunas de las personas que a diario y cuatro veces al día tienen que coger el bus para ir a trabajar y se pasaban horas esperando a que el listodeturno sacara el coche de la doble fila.
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