De hecho no serían pocos los comentarios que han llegado a nuestros oídos, además de algún correo que otro al respecto. No, la foto de arriba no la ha enviado ningún usuario...
La perspectiva de algunos buseros sugiere que si bien es cierto que alguna vez se sobrepasa la velocidad pertinente, hay que tener en cuenta dos aspectos:
- Los buses incorporan tacógrafos, que registran y recogen las velocidades de cada bus a lo largo de su kilometraje. Por tanto, se podrían chequear para ver si efectivamente se vulneran las normas.
- Además hay que tener en cuenta que se suelen estar limitados hasta ciertas velocidades, en el caso de los urbanos a 80 km/h.
De esta manera, el moverse agil por la ciudad -igual ocurre en coche- estriba en la habilidad más que en la velocidad y las prisas.
Claro que cuando se puede apurar un poco, conviene.
Lo que suele suceder es que la excesiva brusquedad de alguna maniobra mal calculada, el exceso de prisa de algún conductor (que le lleva a esas brusquedades), o directamente el cansancio (que hace que freno y acelerador se usen con menor suavidad), puede que hagan más acusadas tanto las salidas de parada como las entradas, y eso da la impresion de ir muy rápido....
Eso sin contar con que en algunas zonas (como el cruce de Ramon y Cajal con General Sanjurjo, por poner un ejemplo), de ser atravesadas a 50 dan la impresion de pasarlas mucho más rápido, por los baches y badenes que allí hay.
Otro aspecto a destacar es el peligro que correrá el peatón según se acrecienten las lluvias, ya que en determinados tramos del C-BUS, con el asfalto menos cuidado, se van formando charcos, más grandes o más pequeños, que ponen perdido al viandante al paso del bus.
A ver si con el futuro asfaltado del C-BUS se piensa en la solución a estos pequeños inconvenientes; por ejemplo, con una ligera inclinación del asfalto en su proximidad con las aceras y combinada esta con la instalación de rejillas de alcantarilla; o con ese gran invento, tan poco extendico, que es este tipo de asfalto que drena el agua y no forma charcos...
Quizá demasiada tecnología y gasto para una ciudad tan modesta cuyos peatones y ciudadanos no merecemos más...
Y cuidado!, en Inglaterra pagarán 3.500 euros quienes salpiquen a los peatones al atravesar un charco con sus vehículos; y ciñéndonos a los buseros ingleses, también les acrrea multa de 3.500 euros y tendrán que prestar servicios a la comunidad los chóferes de autobús cuya conducción cree alarma entre sus pasajeros. En este caso, se trata de "conducción desconsiderada".
Ya sabéis, chicos, al loro: nada de imitar al bus de la imagen...
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