3 de septiembre de 2008

Panorámica actual y futuro incierto a partir de este mes.

Nunca un trecho de poco más de un kilómetro de longitud generó tanta controversia en la ciudad como el recién inaugurado carril bus que recorre Federico Tapia, plaza de Galicia, Rosalía de Castro, Francisco Mariño, plaza de Pontevedra, San Andrés y San Juan.

La senda de uso exclusivo de buses, bicicletas, motos y vehículos de servicio público se ha convertido en un vía crucis no tanto para sus usuarios como para el resto de los conductores. Un recorrido por el nuevo carril bus demuestra que está plagado de dificultades, incluso para los empleados de Tranvías, que se ven obligados a adaptar su forma de conducir a un carril que en determinados puntos se demuestra demasiado estrecho. Son muchos los autobuses que invaden la acera con la carrocería -cuando no con las ruedas- y que deben aminorar la marcha para evitar arrancar los separadores que delimitan su carril.

Los conductores de autobuses consideran sin embargo que el carril bus les beneficia, la Compañía de Tranvías presume de poder reducir la frecuencia de algunas líneas y el Ayuntamiento pide tiempo para acostumbrarse a la nueva ordenación del tráfico y comprobar que son más las ventajas que las dificultades.

Del otro lado están los vecinos y comerciantes de las zonas afectadas que ya amenazan con salir a la calle para reclamar la supresión del carril bus.

Y en medio, los conductores que transitan a diario por las calles afectadas por la nueva ordenación y acusan los perjuicios: menos plazas de aparcamiento, menos tolerancia con la doble fila y una variación de las preferencias en los giros que han sumido a muchos en el más absoluto despiste.

Una semana después de la puesta en marcha del carril bus, son pocos los conductores que recuerdan que el Código de Circulación da preferencia a quienes circulan por su carril sobre los que se incorporan a él.

Los automovilistas invaden sin pudor los carriles destinados a los vehículos de servicio público para efectuar cualquier giro a la derecha. La maniobra ilegal que el lunes provocó un accidente en San Andrés que inutilizó durante casi una hora el carril bus se repite constantemente y sólo la paciencia de los conductores de autobús y taxi puede impedir que los accidentes sean constantes.

La verdadera prueba de fuego sobre la utilidad del carril bus no se producirá hasta dentro de una semana, el próximo miércoles, cuando a los autobuses urbanos se unan los escolares y los padres que acuden a buscar a sus hijos al colegio. El conflicto está asegurado por ejemplo en la calle San Juan, en As Atochas, cuyo carril bus discurre pegado al colegio de la Grande Obra.

El concejal de Transporte y Seguridad Vial, José Nogueira, afronta las críticas de los conductores confiado en que tienen más que ver con la falta de costumbre que con problemas reales de circulación.

Sin embargo, de no variarse la regulación de los semáforos y la señalización -sobre todo en la plaza de Pontevedra- es previsible que la decena de zonas conflictivas acaben por convertirse en puntos negros de siniestralidad.

Fuente: La Opinión de A Coruña

1 comentario:

  1. Como solución os cruces á dereita ocórrenseme dúas cousas:
    1. Engadir ós semáforos unha luz amarela intermitente con frecha á dereita, como pode haber nos semáforos da Ronda de Nelle e moitos outros.
    2. Algo parecido a esto: http://wwwdelivery.superstock.com/WI/223/1613/PreviewComp/SuperStock_1613R-16730.jpg pero coa sinal dun ceda.

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