23 de enero de 2011

-¡Y el conductor no hace nada...! - decía la señora del bus atascado media hora...

¿Recordáis esta secuencia trajimos al blog busurbano hace casi año y medio?


El que no aparezcan reflejados aquí y en otros blogs más casos como este no significa que no se den varias -o demasiadas- veces cada día; habría que hacer otros diez blogs para detallarlos y retratarlos. Y encima no sería solución...

En el blog de troleros&buseros toca, mismo lugar, idéntica circunstancia:


No transcribiremos aquí toda la aventura -podéis leerlo mejor en la fuente original- pero sí recuperaremos la parte "divertida" que destacan los troleros: lo que a veces ocurre y lo que hay que oir entre el pasaje, cuando se ven "encerrados" en un bus urbano atascado por una doble fila o un mal (o ilegal) aparcamiento.

-¡Y el conductor no hace nada...!

Esta frase es la que no se cansaba de repetir una desesperada viajera después de más de 20 minutos atascados en el giro de Hércules con calle de la Torre; por no variar, la rapidez de los servicios de policía local es la de costumbre... (...)

Lo gracioso era la pasajera, ya que me obsequio con una larga lista de “soluciones” que podría aplicar:
- Una, que accionara el claxon como si estuviese loco (...)
- Otra de esas maravillosas ideas también pasaban por que bajara del bus, reclutara viandantes y rompiésemos nuestras camisas en plan Hulk Hogan y apartásemos a mano el vehículo infractor...
- Otra solución, menos mala, pero con sus matizaciones, ponerse en tan angosta calle a maniobrar 12 metros de bus con un paso de peatones atrás y vehículos también en circulación con los riesgos que conlleva (...) Lo que no podemos hacer es meternos en riesgos sin cierta cobertura de seguridad según el sitio, y en estos casos, si al final se tiene que maniobrar, mejor si llega la policía y que corte el trafico.

Al final, otros viajeros mas con los pies en la tierra hicieron entender a la pasajera que el conductor del bus no puede ni ir volando ni sacar conejos de la chistera en esa situación así que solo queda esperar por la policía, que por cierto tardaron mas de 25 minutos en aparecer...

Quizá ejercemos demasiado el intentar ponernos en el pellejo de los demás, quizá no lo hacemos con tantos como debiéramos (no hemos probado a hacer encarnados en agente Policía Municipal, pero deberíamos probar; si alguno quiere aleccionarnos en nuestra ignorancia, lo invitamos amiablemente). Pero señora mía, conviene pensar con la cabeza en que el conductor ni es el culpable de todo, ni tiene en sus manos la solución a los retrasos, las tardanzas y los problemas. Eso sí, luego, cuando van retrasados y se dan más prisa, los ponemos a parir por que van como locos... En ocasiones , no encontramos el punto medio de razonamiento, pero bueno. Cada uno opina -como ya muchos habéis hecho- según su visión y experiencia.

Por cierto, cuatro autobuses atrapados y varias líneas desviadas hasta que se solucionó el problema; "buen servicio" el de nuestros policías municipales, con lo cual el tema acaba afectando a muchos mas usuarios, con la perdida durante un tiempo de frecuencias y buses.

La guinda, que la grúa llegó al tiempo que la Policía Municipal y el coche "abandonado a su suerte" fue transportado al depósito municipal. La reflexión final...:

A los usuarios de vehículos particulares, hay que tener ganas de regalar a las arcas municipales unos 300 euros entre multa y grúa por no fijarse donde aparca uno: señal de prohibido aparcar, cartelito que pone “giro de bus 15 metros”, larga y amarilla línea pintada en el suelo...

Fuente:
Troleros&buseros
Imágenes: Blog del Ventorrillo, Troleros&buseros

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