14 de octubre de 2010

Tranvías, con problemas de frecuencias a causa de las obras en las líneas afectadas.

En nuestro anterior post, os informábamos de los cambios de recorridos y paradas a causa de las obras sobre el papel. Esta es la noticia de lo que se experimenta como consecuencia inevitable de las rutas alternativas por vias de gran afluencia de tráfico a horas punta, única alternativa posible en cualquier caso;

Los últimos cambios en varias líneas de transporte urbano por las obras
han encendido la señal de alarma en los responsables de Transportes, que han admitido por primera vez que algunas líneas pueden tener problemas para cumplir con la frecuencia programada.

Así lo admitió ayer la concejala Eudoxia Neira en declaraciones a Cope Coruña. “Cuando hay cambio procuramos siempre que las frecuencias no se vean afectadas”, señaló la concejala. “¿Qué sucede? Que estamos hablando de líneas que pasan por distintas zonas de obras: por un lado Pablo Picasso y por otro, muchas de ellas venían por Salgado Torres. Así, nos encontramos con esa zona del polígono de A Grela que sí que va ralentizando el tráfico”, justificó.

Para Neira, las dificultades son consecuencia de un cúmulo de circunstancias. “No se trata de lo que es solamente obras, sino que en muchas ocasiones y en horas punta se pueden sumar todos los problemas. Nosotros procuramos adaptar las líneas para que las frecuencias no se vean perjudicadas. No obstante no podemos descartar que haya alguna dificultad”, admitió finalmente.

Los cambios aplicados ayer son consecuencia de la restricción de Pablo Picasso a un sentido y afectan a las líneas 5, 12-A, 21, 22, 23 y 23-A, y conllevan la supresión de varias paradas tanto en dicha avenida como en San Cristóbal. Orillamar y General Sanjurjo son otras obras que han obligado a modificar los recorridos.

...

Por otra parte, las obras de reasfaltado de un tramo de la carretera de Mesoiro, entre uno de los cruces con Pocomaco y la rotonda de acceso a la nueva urbanización, provocaron ayer miércoles importantes atascos, especialmente en horas punta.

Las retenciones fueron especialmente intensas a partir de las 15.00 horas, cuando las colas llegaban a la altura del desvío del Coliseo en los accesos a Pocomaco y en sentido contrario, hasta el cruce de Feans. Las quejas de los conductores enseguida llegaron hasta la sala, que desplazó a una pareja de motoristas a la zona a comprobar qué sucedía, ya que las autoridades municipales no tenían constancia de haber concedido permiso alguno para este tipo de trabajos, y menos en las horas que se estaban llevando a cabo.

Los agentes descubrieron que el origen del atasco estaba en la anulación de un carril para renovar el firme, y en que los propios obreros se estaban encargado de dar paso alternativo al tráfico en ambos sentidos, decisión que estaba resultado evidentemente insuficiente.

Al ser requerido el permiso de las obras, el encargado manifestó de palabra y sin presentar documento alguno que el mismo procedía de la Diputación Provincial, al parecer la entidad que es titular de la carretera, pero que necesita del visto bueno municipal.

Dado que la situación se estaba complicando y que el sonido de las bocinas de los conductores era ya ensordecedor, la Policía Local optó por suspender los trabajos y ordenar a la cuadrilla que abriese el tráfico en ambos sentidos, al menos mientras se realizaban las gestiones para comprobar los permisos.

En cualquier caso, los técnicos de Tráfico municipales suelen supervisar las obras en este tipo de casos para que no entorpezcan el tráfico en las horas de máxima afluencia, como sucedió ayer en el entorno de Mesoiro.

Lo cierto es que a alguno del blog busurbano le coincidió tomar la carretera de Mesoiro en dirección a Feáns/Arteixo, ya sobre las seis de la tarde aproximadamente, y aquello parece ser que no tenía nombre. La cola se materializaba ya en la glorieta de Pocomaco. Un veterano conductor, ventanilla abierta y paciencia en ristre, alertaba con buen humor por su ventanilla que la cola llegaba más allá del Cementerio de Feáns! Y era muy triste y cutre ver el sistema de control de paso en la zona de la obra en cuestión. Vamos, una vergüenza y un escándalo.
Y la gente con la hora pegada por tener que ir a trabajar o con el tiempo justo para comer..., ¡cómo debió ser aquello a mediodía! Nos reímos porque no había prisa, que si no...

A todo esto, los buses estaban metidos en la cola, claro. Imaginad!


Fuente e imágenes: El Ideal Gallego

1 comentario:

  1. Vamos a ayudar más con el tema:

    Antiguamente, el recorrido nada más cruzar todo Orillamar (para las lineas 3, 5, 7 y 17) con tráfico fluído duraba aproximadamente 1 minuto y medio (3 con tráfico denso y 4-5 con tráfico denso en hora punta, contando media de aparcamientos).

    Actualmente, y debido a las obras de orillamar, con la consecuente desviación de tráfico y despistes de algunos conductores, puede traducirse en 3 minutos con tráfico fluído, 6 con tráfico denso y 8-9 con hora punta). Calculado así a ojo, con las paradas debidamente realizadas en caso preciso.

    Por otro lado tenemos la Plaza de España. Cruzar la glorieta para las lineas 4,6, 6A y 11 (sentido Hércules y As Lagoas) con tráfico fluido no se nota, pero en cuanto les toquen a los niños salir del Grande Obra la situación se complica, y hoy mismo he contado algo más de un minuto mientras el 4 (en el que estuve), nada más bajar pasaje en la parada de Plaza de España, se disponía a cruzar la glorieta. Un Travidi que se puso por delante tuvo algún problemilla para realizar el giro en dirección a Maestranza, lo cual causó esta pequeña pero puede que importante retención.

    Sólo son datos, pero creo que pueden servir para calcular nuevas frecuencias de paso en las paradas del entorno.

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