2 de junio de 2008

Bus/Bici/Moto/Coche/A pie: 4 opciones para un mismo trayecto.

La bicicleta no consume gasolina, los taxis se detienen en el punto exacto en el que desean apearse sus usuarios, la moto alcanza en las calles la misma velocidad que los coches y resulta más fácil de aparcar y el autobús permite a los ciudadanos olvidarse de los problemas de estacionamiento por un precio asequible; pero, a la hora de completar un recorrido determinado, ¿cuántos minutos necesita cada uno de estos medios de transporte?

El diario LA OPINIÓN reunió a un taxista, un motorista, un ciclista, una usuaria del autobús y un peatón para que cubrieran el trayecto de dos kilómetros que separa Puerta Real de Cuatro Caminos y para que, una vez allí, realizaran un segundo recorrido hasta el aparcamiento de la Torre de Hércules.

El motorista fue el primero en llegar a Cuatro Caminos, con un tiempo de 4 minutos. Más tarde lo hicieron el taxista, que invirtió 5 minutos; el ciclista, que tardó 7 minutos; la usuaria del autobús, con 11 minutos; y finalmente el peatón, con 17 minutos.

Todos los que compitieron en esta particular carrera coincidieron al señalar que la rapidez del caminante, cuya demora no llegó al cuarto de hora, fue la conclusión más llamativa obtenida en la primera parte de la prueba.

Los que utilizaron vehículos a motor también mencionaron que la hora a la que partieron de Puerta Real, las doce del mediodía, los benefició con respecto al ciclista, debido a que las calles estaban más despejadas de coches que en hora punta. "Dentro de un par de horas sería más complicado y tardaríamos bastante más. Habría más tráfico y probablemente ganara la bicicleta", explicó en la plaza de Cuatro Caminos el taxista Javier Ledo.

El ciclista también comentó que la presencia de un mayor número de automóviles en la vía le habría permitido ser el primero en alcanzar la meta. "En hora punta habría ganado, porque la bicicleta, cuando hay tráfico, se puede meter por sitios en los que no caben las motos y los coches", señaló José Calvín, que asegura utilizar a diario la bicicleta para moverse por la ciudad.

Otro de los resultados interesantes que se obtuvieron en Cuatro Caminos fue la escasa diferencia, de tan sólo 6 minutos, entre el autobús y el peatón. La usuaria del transporte público atribuyó este resultado al elevado número de paradas. "Hay demasiadas paradas y por eso llegué tan tarde", analizó la universitaria Isabel Diz, que a pesar de esta crítica se declara defensora del bus urbano.

El peatón, visiblemente satisfecho por su tiempo, manifestó que este primer trayecto demostró que caminar es, para algunos recorridos, la mejor opción. "Fui a paso normal, sin dormirme pero sin correr. Las diferencias son menos de las que la gente piensa", declaró Marcial Blanco al conocer su resultado y compararlo con los del resto de participantes en el experimento sobre movilidad.

Todos los competidores siguieron la misma ruta para llegar a la plaza de Cuatro Caminos.
Tanto los vehículos como el peatón circularon por La Marina, Los Cantones, Sánchez Bregua, Linares Rivas, Primo de Rivera y la cuesta de A Palloza. La victoria de la moto estuvo motivada en gran parte por la suerte que el piloto de la misma tuvo en los cruces regulados por semáforos. "Cogí el semáforo de Cuatro Caminos, que me hizo perder un poco de tiempo, pero ninguno más", relató José Manuel Botana, que se dedica profesionalmente a la venta de motocicletas.

Las escasas diferencias entre los tiempos de los distintos transportes motivaron la idea de organizar una segunda prueba, entre la plaza de Cuatro Caminos y la Torre de Hércules. La idea agradó a todos los competidores e incluso el peatón, a pesar de que los usuarios de vehículos opinaron que la distancia era demasiado larga para ser recorrida a pié, manifestó su deseo de proseguir con el experimento sobre movilidad urbana.

Las principales dificultades
para completar este segundo recorrido las sufrió la usuaria del autobús urbano, que no tenía muy claro cuál era la mejor línea y que, una vez decidido su plan de viaje, tuvo que esperar diez minutos en la parada. "Creo que desde aquí no hay bus directo y que tengo que hacer transbordo", dijo Isabel Diz mientras observaba el cartel con los recorridos y poco antes de decantarse por la línea número 4, que la trasladó hasta una esquina de la calle de Santo Tomás.

La longitud del recorrido hasta el faro romano, además de garantizar mayores demoras para el autobús y el peatón, ofrece una mayor amplitud de posibilidades a la hora de escoger la ruta. Los usuarios de los distintos vehículos eligieron el camino que, en su opinión, mejor se adapta a sus necesidades.

El taxista, con un tiempo de 7 minutos, consiguió quedar esta vez por delante del motorista, que necesitó 8 minutos para llegar al aparcamiento de la Torre. El ciclista acabó nuevamente como tercer clasificado, tras haber invertido un total de 15 minutos. Aunque la demora de la bicicleta no es demasiado amplia, este recorrido probó que cuanto mayor es la distancia, más elevada es la diferencia entre este transporte y los vehículos a motor.

Los pronósticos previos a la salida de la plaza de Cuatro Caminos se confirmaron durante la espera por la pasajera del autobús y el peatón, que tardaron 35 y 36 minutos respectivamente. "Creo que aún tardarán un rato porque es una buena caminata y el autobús tiene muchas paradas", vaticinó el taxista Javier Ledo al llegar.

El motorista, el taxista y el ciclista comentaron, mientras aguardaban por el resto, la ruta que habían escogido y las dificultades que habían encontrado.
"Cogí Federico Tapia, la plaza de Pontevedra y después todo el Orzán. Tuve que parar en cuatro semáforos", informó José Manuel Botana minutos después de bajarse de la moto. El taxista eligió un recorrido diferente, pues circuló por Primo de Rivera y Alférez Provisional para llegar al paseo marítimo. "Sólo me encontré con dos semáforos en rojo y las calles estaban bastante libres", manifestó al descubrir que era el primero en alcanzar el objetivo.

Ledo aseguró además que el tiempo se habría reducido enormemente si la ciudad dispusiera de un carril específico para el transporte público, una infraestructura que considera necesaria.

El ciclista aprovechó las características del recorrido para criticar la escasa funcionalidad del carril bici del paseo marítimo para los ciudadanos que suelen utilizar la bicicleta para desplazarse por la ciudad. "Fui por Federico Tapia, salí a la plaza de Pontevedra por el túnel de la plaza de Lugo, de allí fui a San Andrés y después por el paseo marítimo. No utilicé en ningún momento el carril bici porque es para paseo y se pierde más tiempo que por la calzada. Hoy lo peor fue el viento en contra, que en esta zona sopla muy fuerte", expuso José Calvín.

La pasajera del autobús, que completó el recorrido en un total de 35 minutos, sufrió varias complicaciones. A la espera de diez minutos en la plaza de Cuatro Caminos y a las numerosas paradas que efectuó el transporte a lo largo del trayecto se unió el hecho de que tuvo que apearse en una esquina de la calle de Santo Tomás, el punto más próximo a la Torre de Hércules por el que pasa la línea 4. Esta última circunstancia hizo que tuviera que caminar cuatro minutos hasta la explanada del faro, lugar en el que se encontró con el resto de los participantes en el experimento.

El peatón volvió a marcar un buen ritmo y terminó en 36 minutos, tan sólo uno más tarde que la usuaria del bus. Marcial Blanco, aseguró haber disfrutado enormemente del paseo. "Di un pequeño rodeo, pero fue agradable", manifestó al llegar.
De izquierda a derecha:

Peatón: Marcial Blanco Usuaria del bus: Isabel Diz
Ciclista: José Calvín Motorista: José Manuel Botana
Taxista: Javier Ledo (imagen: La Opinión de A Coruña)

José Manuel Botana,Motorista
"Debería haber más aparcamientos para dos ruedas". "La moto es un buen vehículo para la ciudad porque consume y contamina menos que el coche. Es el medio de transporte que más está creciendo en Europa, sobre todo en los países mediterráneos. Es más rápido para la ciudad porque con el coche no se pueden sortear los vehículos en las retenciones. En la ciudad debería haber más aparcamientos para dos ruedas porque, aunque últimamente los han aumentado, siguen haciendo falta algunos más".

Isabel Diz, Usuaria del autobús
"La línea universitaria, que es la que más uso, está muy masificada". "Soy partidaria del uso del transporte público por respeto al medio ambiente. Una de las ventajas es que no hay que aparcar. Aunque hay bastantes líneas, deberían aumentar algunas frecuencias. En A Coruña no hay que pagar los transbordos, algo que sí es necesario en otras ciudades. La línea universitaria, que es la que más uso, está muy masificada. El precio me parece elevado porque está casi al nivel de ciudades más grandes, como Madrid y Barcelona".

Javier Ledo, Taxista
"El taxi es igual de rápido que el coche y no hay que aparcar"
"La mayor ventaja del taxi es que ofrece un servicio puerta a puerta, los clientes se bajan en el punto en el que lo desean. Es un servicio cómodo y rápido, y económicamente no es tan caro como algunos piensan. El taxi es igual de rápido que el coche y no hay que aparcar, algo que a veces provoca que los conductores pierdan mucho tiempo. Con el carril bus el servicio mejoraría mucho pues, al tardar menos tiempo en cada trayecto, se reducirían los precios".

José Calvín, Ciclista
"Con la bicicleta se puede atajar más que con otros vehículos"
"La gran ventaja de la bicicleta es la rapidez, porque con ella se puede atajar más que con otros vehículos. Además es más fácil de aparcar, se puede dejar casi en cualquier sitio, y no consume gasolina. La desventaja aquí es que no existe un carril para bicicletas salvo el del paseo de marítimo, que no sirve para nada. Estoy acostumbrado a andar en bicicleta y la utilizo todos los días. Hace unos años corrí en un equipo ciclista, así que puedo alcanzar un buen ritmo".

Marcial Blanco, Peatón
"No se pierde tiempo en ir a coger el coche o en esperar el autobús"
"La primera ventaja de ir a los sitios caminando es que desde que se empieza a andar, ya comienza el recorrido. No se pierde tiempo en ir a coger el coche o en esperar el autobús. Caminar es sano porque se hace ejercicio físico. Además es una forma de desplazarse universal, para la que no hace falta tener un carné ni un vehículo. Es una forma de movilidad para todas las edades y clases sociales. Las personas disfrutan más del recorrido cuando lo hacen a pie".

Hasta aquí este interesante artículo que refleja la Opinión de A Coruña.
Buen trabajo! Y cada uno que saque sus propias conclusiones. Esperamos que lo hayáis disfrutado.

Fuente e imagen: La Opinión de A Coruña

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