Mañana, el alcalde de A Coruña y candidato del PSOE al Senado, Javier Losada, presentará en la plaza de María Pita los siete vehículos que se incorporan este año a la flota de Tranvías. El acto, que se celebra todos los años, tendrá en esta ocasión un elemento especial, ya que estos autobuses serán los primeros que circulen sin torno en las calles de la ciudad.
Estos vehículos ya vienen funcionando desde hace semanas en A Coruña como todos los demás, con los tornos de entrada, ya que Tranvías no disponía de los equipos necesarios para eliminar los aparatos que en la actualidad controlan el flujo de viajeros.
Tras la presentación oficial del viernes, los siete autobuses se reincorporarán a las calles el sábado y ya serán los primeros en circular sin los tornos. En principio, estarán adscritos a diferentes líneas del transporte urbano coruñés, aunque este extremo será hecho público mañana por el Ayuntamiento.
Después de este primer paso, los actuales mecanismos serán eliminados progresivamente de todos los autobuses, de forma que a finales de marzo o principios de abril toda la flota esté adaptada a la nueva situación.
La supresión de los tornos fue anunciada por el alcalde coruñés en el pasado mes de octubre, aprovechando la celebración de la fiesta del Rosario. El objetivo del gobierno municipal es favorecer el acceso de los usuarios a los autobuses, ya que en ocasiones se forman colas de viajeros que esperan su turno para entrar en el bus y se ralentiza el servicio. Esto se enmarca en la política de mejora de la movilidad y fomento del transporte público.
El responsable de la Compañía de Tranvías indica que los tornos se incorporaron a los autobuses coruñeses a finales de los años sesenta, al igual que ocurrió en otras ciudades españolas. Ahora, pasado el tiempo, la línea general es retirarlos, porque muchos pasajeros los consideran incómodos.
La novedad ha obligado a Tranvías a renovar su tecnología de control de los viajeros. Así, una vez que los autobuses funcionen sin tornos, los usuarios que abonen el viaje con dinero en efectivo recibirán un billete acreditativo del pago. Mientras, el funcionamiento de los bonobuses será el mismo que hasta ahora. Los pasajeros lo introducirán en la cajita, o lo acercarán (en el caso de la tarjeta Millennium), y podrán acceder libremente al vehículo. Y reaparecerá la figura del revisor, que recorrerá las diferentes líneas de bus para comprobar que todo el mundo tiene el billete o que acaba de utilizar el bono.
La última memoria de la Compañía de Tranvías indica que la flota de autobuses ronda el centenar, y que cada año son 22 millones los viajes que se realizan en el conjunto de las 21 líneas urbanas. La retirada de los tornos no implicará cambios en las tarifas, que quedan en un euro para el pago en efectivo y en 68 céntimos con bonobús general. Con bono social, el viaje cuesta 25 céntimos, y solo 20 céntimos en el caso del bonobús para la Universidad.
Fuente: La Voz de Galicia
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