4 de septiembre de 2024

Agresión a un busero con arma blanca. Localizado el sujeto cinco días después. Reflexiones finales.

Estamos flipando con lo de la agresión al conductor de bus urbano de hace unos días. Seguro que habéis visto un vídeo que circula por las redes. (...) Bueno, "estamos flipando"... pero no, porque de un tiempo a esta parte, sentimos que la cosa está más revuelta. Coruña ya no es aquella Coruña. Cada vez asistimos a más episodios de vandalismo, violencia callejera, conductas que parecen mafiosas en ciertos entornos y algunos episodios -paradójicamente anecdóticos, en comparación con lo anterior- de falta de civismo y "educación general básica".

Mal vamos.


 Pero... ¿Qué ocurrió? ¿Cómo fue la agresión? 

El pasado viernes, sobre las 21:30 horas, un autobús urbano de la línea 2 circulaba por la ZBE de La Marina (la zona 30, acotada para buses, taxis, ciclos y patinetes y de "preferencia peatonal). 

Por algún motivo, el agresor acabó "interactuando" a través de la ventanilla del bus con el conductor, al que finalmente agredió con un arma blanca. 

Según testimonio de los agentes policiales para La Voz de Galicia...
«un hombre que se encontraba en la calle se dirigió hacia la ventanilla del trabajador para recriminarle algo. Portaba una arma blanca, que podría ser una especie de navaja, y lo llegó a cortar en una mano»

Según la versión de algunos testigos...
«un señor que iba por la calle con un cuchillo en la mano, se abalanzó contra el bus, empezó a dar golpes a la ventana y a increpar al conductor»

Existen varias "versiones" sobre el origen del altercado: en los informativos de la Televisión de Galicia hablaban de que el agresor "desde a rúa, comezou a discutir co condutor por unha preferencia de paso". Según esta fuente, ocurría "en una parada del centro de la ciudad"
  • Es cierto que el lugar donde ocurrió esto es una zona de tránsito peatonal preferente y que por ahí circula el transporte público. Por tanto, el argumento de la discusión por la "preferencia de paso" podía ser factible, pero no sabemos más.

Por otro lado, otros sacaban conclusiones inciertas a partir de lo que se escucha en el vídeo de los hechos; una pasajera reprendiendo al agresor:
- Pero ¿qué a la niña le pegabas, gilipollas?

Hay quien deducía que este habría -presuntamente- pegado a una niña que iría con él y el conductor le habría llamado la atención. 

Son versiones. Ya conoceremos la verdad más adelante. 

Lo único que parece cierto y real es que, inicialmente, las fuerzas del orden "no pudieron "(...) dar de inmediato con este elemento al que, sin duda, se le ha ido un tanto la pinza.
Una agresión con arma blanca no es ninguna coña.


 Última hora / Actualización: 
  
En un primer momento, el elemento agresor se esfumó; ni fue localizado esa noche de viernes ni en los días posteriores. Tampoco consideró presentarse ante la Policía voluntariamente. Pero hoy miércoles, 4 de septiembre, leemos en La Opinión que ya han dado con él y ha sido identificado. Como bien se veía en el vídeo, aunque haya medios que solamente lo vean "borroso", se trata de "un hombre de mediana edad" -y por lo que sabemos, una buena pieza-, que se ha librado de la detención, ya que en este tipo de casos, no se ejecuta.

Según fuentes de la Policía Nacional -leemos en el Ideal Gallego-,...
"... pese a lo llamativo del incidente se le imputaría un delito de lesiones leve, lo que hasta hace poco era considerado una falta. Lo que se hace en la mayor parte de los casos es dar los datos de esa persona al juez y que éste decida"


 ¿Las causas reales del incidente? 

Ahora sí tenemos los detalles:

El agresor caminaba con su familia -una mujer y un niño con un patinete-. A la altura de la Autoridad Portuaria los tres decidieron cruzar la calle por un paso peatonal que, a pesar de estar en desuso, todavía se intuye para los viandantes

El hombre entró en cólera por haber carecido de una preferencia que no le correspondía y se dirigió hasta la parada del bus. Aprovechando que el transporte estaba parado, inició una discusión con el conductor que rápidamente escaló hasta la violencia.

En el video se ve como ambos protagonistas forcejean a través de la ventanilla. Pero, además, el sujeto empleó una pequeña navaja de bolsillo para asestarle un par de cortes, ambos de escasa importancia, antes de abandonar la zona con su mujer y su hijo. 

Podemos sumar una nueva modalidad a "los peligros de cruzar por la Marina"...?
Luego incidiremos en esto.

----- El "problema" no es nuevo -----


 Con humor. 

En cualquier caso, lo que nos alarma de fondo es la escalada que estamos percibiendo en cuanto a sucesos de este y otros calibres, con el bus urbano de Coruña como escenario. Santy Gutiérrez, artista gráfico que ilustra en La Opinión de A Coruña, le da siempre una vuelta humorística a la actualidad (también la busurbana):

¡Bien por pintarle el color rojo a tus buses urbanos, Santy!  ;-D


 Otras agresiones (busurbanas) recientes. 

La viñeta la encabeza una frase que cuenta dos agresiones en una semana. Pues bien, podríamos ampliar el plazo temporal y hablar incluso de tres. Y con resultados dispares, con "personas" manifiestamente conflictivas -inmersas en delitos bastante graves y de sobra conocidas por los cuerpos policiales-, que no dudan en manifestar un ilusorio e inexistente síndrome de Hubris, por cuanto se deben creer los reyes del mambo, saltándose toda norma de comportamiento y alguna que otra ley, y con ello armando revuelo allá por donde van. Gente, en definitiva, que debería -alguna- tener vetado el subirse a un transporte público debido a esos comportamientos, reiterativamente conflictivos.

Y esto lo entenderéis cuando os toque en vuestras carnes, como por desgracia "le tocó" recientemente a una pasajera, o a otro conductor, que quizá hasta continúe de baja y todo. Ah, y todos nos acordamos que aquel conductor que casi pierde un ojo hace unos años merced al ataque de un energúmeno con un bastón..., ¿verdad? ¡Vaya pieza!

Si, ocurrió con el único autobús eléctrico de Tranvías...


 Final """feliz""". 

El conductor víctima de este altercado del viernes pasado acabó -afortunadamente- con una corte leve en la mano, causado con algún tipo de navaja; obviamente presentó denuncia. Eso sí, hace un par de días nos pareció verlo en su puesto; y nos extrañó un poco. En algunas ocasiones, más allá de lo físico, estos "sucedidos" hacen mella en uno, de manera que precisa de un tiempo de asimilación. Todo ello, acentuado por las propias afectaciones características del puesto de chofer (presión, estrés, horarios, tráfico, la gestión con el pasaje...). 
Nuestro ánimo a los afectados por estas desagradables situaciones.


 Declaraciones desde la empresa. 

Óscar Vieites, conductor desde hace más de 20 años y presidente del comité de empresa de la Compañía de Tranvías, comentó que el incidente "podría haber sido peor" y ha dejado a su compañero "con los ánimos por los suelos".
"Está dolido por la situación. Son muchos años de experiencia y ya ha visto muchas cosas, pero no como esto"

Afirma que el conductor y el agresor no se conocían y que ninguna discusión justificaría "sacar una navaja". Para el líder sindical lo sucedido es una prueba más de que los conductores están “faltos de seguridad”.
“No va bien, todo lo contrario. Aunque hasta ahora se hayan saldado con heridas menores, pensamos que va a ir a más”

Esta "alarmante" agresión se suma a otras agresiones verbales que sufren, según Vieites, "todos los días". Señala que son, sobre todo, las mujeres conductoras las "más perjudicadas".
"Ya lo tenemos asumido", se muestra resignado. 


Como no puede ser de otro modo, la Compañía de Tranvías ha lamentado lo ocurrido y ha condenado cualquier agresión a sus empleados.
"Los hechos están denunciados y colaboraremos con las autoridades para que se procese al culpable y evitar así este tipo de hechos"


 Cuestiones dignas de reflexión: 

En fin, un poco el temor que manifestábamos más arriba y que se está materializando en el día a día de la ciudad.

Entendemos que cuando no parece haber suficientes efectivos como para gestionar el tráfico y facilitarle la vida al bus urbano, entre atascos, dobles filas, aparcamientos indebidos, paradas ocupadas, etc., mucho menos posible será controlar lo que parece que se nos va de las manos a cada momento en cuanto a violencia y demás comportamientos de cierta parte de la ciudadanía.

Ya no decimos nada sobre incrementar la presencia de inspectores o agentes en el propio transporte público... Ya sólo sea para que l@s maleducad@s e incívic@s se ganen una sanción (aunque sea en pesetas) por poner los pies, el calzado, sobre los asientos del autobús.


 Sensación de falta de seguridad al volante. 

Lo cierto es que los conductores no se sienten seguros. Cada día, menos: Personas en dudoso estado de "lucidez mental" que se encaran con ellos, otras veces se meten con el pasaje, incluso provocando altercados serios. ¿Veis normal que haya que llamar a la Policía varias veces en un mismo día a causa de los líos que monta un mismo sujeto? (...)

Situaciones como estas y otras van camino de consolidarse cono "la nueva normalidad" en el bus urbano. Y se tercia empezar a establecer criterios o protocolos que garanticen la seguridad de conductores y conductoras, y también del pasaje. Quizá más inspectores, más policía de incógnito. Algún tipo de "pulsador de emergencia" para los que van al volante. Lo de las mamparas ya veis, tuvo que ser para salvaguardarse de un virus! Y así se perpetuaron...


Parece ser que la instalación de mamparas de tipo "estanca, cápsulas" para estar "aislados", como van los maquinistas en el metro o en los trenes, va a ser tema de debate interno en la empresa, de cara a proporcionar una mayor seguridad. En los próximos días hay una reunión con la dirección de Tranvías:
"Hay que intentar ponerle coto de alguna manera"

 Cámaras interiores en el bus 

El presidente del comité de empresa de Tranvías, Óscar Vieites, no comparte la idea de poner cámaras de grabación en los autobuses:
"No te exime de que te bajes porque están golpeándose dos viajeros y tengas que intervenir y, a lo mejor, te caiga, pues, de rebote, una bofetada. Entonces, con cámaras o sin cámaras, esa situación iba a ser igual"

(...que fue más o menos lo que ocurrió en uno de los otros casos que tuvieron lugar en las últimas semanas)

El debate de las cámaras seguramente llegará más adelante, solamente hay que dejar pasar el tiempo.


 La pérdida de valor del transporte público. 

Un aspecto al que le dimos alguna vuelta en alguna ocasión fue el del abaratamiento de las tarifas del transporte. Aquello del "bus gratis", populista a más no poder, no llegó -por fortuna- a nuestro bus urbano. Eso sí, la popularización de las tarifas ejerció el mismo efecto en el pasaje, por cuanto alguna gente que no viajaba en autobús anteriormente comenzó a hacerlo. ¿Eso es malo? No. Pero consigo acarrea situaciones que quizá antes no eran tan frecuentes.

Hasta el presidente del Comité de Tranvías, Óscar Vieites, hacía referencia estos días en declaraciones a COPE Coruña, atribuyendo este notable incremento de incidencias a la "afluencia de viajeros a raíz de la rebaja del billete y la gratuidad de los trasbordos".

Como anécdota, recordamos aquello que en su día se ponía de ejemplo, de que "los jubilados que no tenían nada que hacer, se subían al bus". Esto tan inocente y simpático esconde un efecto negativo: la devaluación del servicio. El transporte pierde así puntos de "movilidad útil" y adopta una vertiente "ociosa" que se aleja de su misión y lo que hace es mermar su eficacia.

Esta cuestión admite muchos matices y es carne de debate. Pero parecería que estaríamos asistiendo a algunos de sus potenciales efectos.


 Lo que es la propia Movilidad. 

Vieites comentaba en COPE sobre este particular: los problemas de movilidad por la pérdida de espacio para circular.

Destaca que en la ciudad se está "dando prioridad al peatón".
Hay autobuses de doce y dieciocho metros y éstos últimos necesitan "un radio de giro" por lo que si se lo pones "muy justito, al final puede que no pases". A mayores, añade, hay coches o furgonetas mal aparcados y "ya quedamos ahí bloqueados. Incluso, algunas veces, cortamos el tráfico e impedimos que otros puedan pasar"

Sin ir más lejos, en la Avdenida de Os Mallos o más recientemente en Fernando Macías, los buses urbanos se quedan bloqueados porque vehículos aparcados de manera "distraída" o "demasiado largos" se convierten en trampas para las líneas.

Luego podemos hablar de la vía-trampa que constituye La Marina. Una zona 30, "de preferencia peatonal", en donde se permite el discurrir de patinetes y bicis (hemos hablado de cierto tipo de usuarios de estos vehículos y cómo los manejan...); también se les permite el paso a los taxis y por supuesto, a los autobuses. ¿Por dónde? Por un "carril de circulación" más bien disimulado y estrecho. Obviamente, sin apenas pasos de cebra, porque como "todo es peatonal"...


O sea: ¿nos venden "campo abierto" para el peatón, pero expuestos a un posible accidente con un mastodonte de toneladas? Aunque vayan a 20 por hora, hemos visto a "viandantes despistados" ponerse en situaciones algo comprometidas. A ver si "la trampa" nos la están tendiendo a los peatones...
Vieites da en el blanco:
"Ya no te digo cuando nos salen las bicicletas de la acera y los patinetes al carril, que nos sorprenden. Cada vez se respeta menos, bueno, no respetan ya"

Aparte, también se puede hablar también de las minicalles por las que se ven obligados a transitar los buses. En Coruña hace décadas que no hay "microbuses"; se tiende a nuevos vehículos de algo más 12 metros y en el caso de los articulados, se sobrepasan ya los 18 (los estándares de longitud han aumentado en 20 cm).

Vieites asegura que "hoy por hoy la ciudad está prácticamente levantada, con obras por todos los lados", por lo que cumplir las frecuencias se hace complicado. Así cuando llegan a una parada, apunta, los viajeros se descargan con el conductor o conductora de turno aunque subraya "no es para esgrimir un arma blanca como fue el otro día".

Pide, además, comprensión a los ciudadanos:
"Estamos haciendo un trabajo lo mejor posible aunque también cometemos errores"


 ¿Quién es el perjudicado? 

Todo aquello que no ayuda, perjudica.
Todos aquellos que no colaboran en la misma dirección, PERJUDICAN.
Sean personas anónimas, estamentos u otras categorías más o menos "oficiales".

El bus urbano lleva mucho tiempo siendo víctima, el perjudicado. Y parece que continúa la sensación de que es un personaje secundario. Y no. La movilidad urbana es mucho más de lo que sus habitantes creemos. Es una de las claves fundamentales. Y cuanto más tardemos en asimilarlo, pero será para la ciudad.

Nos damos cuenta de que os acabamos de colar una mentira: "El bus urbano en el perjudicado".
No es cierto. El perjudicado es el ciudadano y el usuario. Os dais cuenta, ¿no? Es curiosa la manera en que un mensaje "sale" espontáneamente de un teclado... y qué fácil es perder la perspectiva.

Todo esto habría que desarrollarlo convenientemente en el espacio y en el tiempo. Pero la idea que nos ronda va por esta línea.

----- Volvemos otra vez: El "problema" no es nuevo -----


 POST DATA: PELIGRO EN LA MARINA

 UNA SEÑALIZACIÓN HORIZONTAL "CONFUSA" 

Es la conclusión que sacamos nosotros, aquí en el Blog Busurbano:

La causa de esta trifulca ha sido UNA SEÑALIZACIÓN CONFUSA.

Somos peatones y por tanto entendemos que esto viene a respaldar nuestros temores y llamadas de atención que tantas veces sometemos a comentario en público y en privado. El hecho de permitir que vehículos grandes y voluminosos, aparte de taxis, ciclos y patinetes, compartan un espacio que "nos venden" como de "preferencia peatonal" es, de por sí, un escenario potencialmente más que peligroso.

Y se ha demostrado, en esta ocasión no con un atropello, afortunadamente, sino con una trifulca en la que un peatón está convencido de que puede cruzar por lo que en principio en un paso de cebra "borrado". 

Lo paradójico es que, atendiendo a la norma,
TENDRÍA RAZÓN EL TIPO!!!!!


Si es una zona 30 y por tanto la preferencia es peatonal, puede pasear y deambular por donde le salga de las narices. Entonces...., nos preguntamos, ¿para que se deja "marcado" un carril de circulación de vehículos? Pero, pero sin líneas ni nada, por supuesto... ¿Por qué razón se "despintan los pasos de cebra anteriormente habilitados, ocasionando con ello este malentendido u otros semejantes? No entendemos este desaguisado. Clama al cielo la inseguridad que acecha en ese entorno. Que no nos vendan esto, por favor... Además, el colectivo busero no deja de advertirlo cuando tiene ocasión: ¡Hay riesgos! 


En muchas ocasiones hemos abogado por marcar convenientemente un carril de circulación en esa zona, a ser posible con señalización horizontal, avisos diversos de paso de vehículos y haciendo uso de elementos urbanos a modo de "barreras"; haciendo que todo ello haga intuir a los viandantes que por ahí, en su feudo peatonal ideal de la vida, van a hacer acto de paso determinados vehículos. Y como complemento, unos pasos de cebra, bien blanquitos (nada de colorinchos oportunistas), en distancias regulares, por los que se tenga que cruzar sí o sí esa "llanura ideal de felicidad peatonal".


Ya hemos visto sustos de incautos turistas, despistados aborígenes, déspotas ciclistas sin apego a la vida y otros elementos eléctricos o "de tracción animal", que se pasan las normas por el forro y se tornan "reyes del mambo" al poder parar un bus urbano con la fuerza de su mirada...


Los buseros seguramente serán son más diplomáticos que nosotros y hablarán de riesgos, de precaución y de que quizá habría que desviar los autobuses por el Túnel del Parrote. Compartimos inquietud, pero no nos encanta la idea de perder el transporte en superficie. Ya se enterró en su día al Tranvía y ahora no nos vamos a poner con el metro, ¿verdad alcaldesa? ¿o sí...? 


¿Qué opinión tenéis vosotros al respecto de todos estos planteamientos?

Si os place, os leemos en los comentarios.



Fuentes:
Quincemil, 31-08-2024
La Voz de Galicia, 31-08-2024
COPE, 03-09-2024, Eva Iglesias 
El Ideal Gallego, 04-09-2024, Guillermo Parga
El Ideal Gallego, 04-09-2024, Abel Peña

Viñeta e imágenes:
Blog Busurbano