En el lado negativo, esos nueve atropellos suponen que se ha doblado la tasa de siniestros desde 2008, según los datos de la propia Concejalía de Movilidad.
En este punto, la edil socialista defendió la profesionalidad de los chóferes de la Compañía de Tranvías y señaló la imprudencia de los peatones como la primera causa de los atropellos de bus urbano. “Estamos hablando de un colectivo muy profesional, con una media de edad bastante joven y que cumplen las normas de circulación”, señalaron técnicos del área de Movilidad.
Neira destacó que, de todos los accidentes investigados por el Grupo de Atestados de la Policía Local, sólo en uno se achacó la responsabilidad al chófer, y tuvo lugar en A Maestranza el pasado día 14 de junio. “Y el conductor lo pasó bastante mal entonces –matizó Neira–, porque conocía a la persona que atropelló”.
De todos estos accidentes, ninguno fue mortal, aunque uno sí se caracterizó por ser excepcionalmente grave: el que sucedió el 22 de agosto, en Matogrande, donde un hombre de 64 años perdió la pierna cuando le pasaron por encima las ruedas del 1-A. Lo lamentable es que el siniestro se podría haber evitado si la víctima hubiera sido un poco más prudente: el hombre perseguía al bus de la línea 1-A, que ya había arrancado cuando llegó a la parada. Dado que se trataba de un vehículo de dos vagones, al girar desde la ronda de Camilo José Cela para tomar la curva de la rotonda de Matogrande, le golpeó con la articulación de goma y cayó al suelo: las ruedas de la parte posterior le machacaron las piernas.
La edil lo recuerda como una de las situaciones más trágicas en el tiempo que lleva a cargo de Movilidad: “Estuvimos al tanto de su evolución, le visitamos y nos alegramos mucho cuando por fin salió del hospital”. Para ella, éste es un ejemplo extremo de la importancia de que tanto viajeros de transporte urbano como peatones en general adopten una actitud más prudente y cumplidora de las normas de seguridad vial.
En ese sentido, las palabras de Neira cuentan con el respaldo de las estadísticas de la Policía Local, que describen a la ciudad herculina como la primera de España en el número de atropellos fuera de paso de peatones y la que menos registra si los transeúntes cruzan por los pasos de cebra. Su colega del área de Tráfico, Florencio Cardador, libra desde hace años una batalla para tratar de concienciar al público de que hay que respetar las normas de circulación tanto si se es peatón como conductor, y en ese sentido la Policía Local participa en seminarios, clases y campañas de información para tratar de cambiar los hábitos de los coruñeses. Al mismo tiempo, el Ayuntamiento ha aumentado el número de semáforos peatonales en las zonas más transitadas, así como pasos de cebra.
El problema es cuando los peatones deciden cruzar por donde no deben sólo para ahorrarse caminar unos metros.
Para la concejala de Movilidad, se trata de una cuestión de sentido común: “La gente tiene que darse cuenta que, en el caso de los autobuses, estamos hablando de un vehículo muy grande y pesado y que no puede frenar muy bruscamente porque podrían salir heridos los pasajeros. Sólo tienen que ser un poco más prudentes”.
Nota del blog busurbano:
Parece que este tipo de mensajes redunda en mera palabrería, pero reconocemos que todos incumplimos en algún momento las más simples y básicas normas, ya no de circulación, sino sensatez básica. Proyectad vuestros (nuestros) actos al comportamiento infantil y ahí veremos si realmente estamos sembrando buenos hábitos o por el contrario seguimos pecando de cierta irresponsabilidad inconsciente.
En cuanto a la relación con el transporte urbano, poco podríamos decir que no sepáis.
Como usuarios, tened cuidado en el radio de acción de un bus, al esperarlo en el borde de las aceras de las paradas... En nuestras recomendaciones busurbanas lo recalcamos. También urge agarrarse en el interior para evitar caídas ante situaciones inesperadas (frenazos de emergencia).
Como conductores, en general se respeta muy poco al transporte público. La idea es que "avasallan" y se creen los "reyes de la ciudad" y ocurrencias de estas -por denominarlas de alguna manera suave-. Lo cierto es que el transporte público de uhna ciudad que se precie ha de prevalecer sobre el excesivo numero de coches particulares que sería posible eliminar de la circulación del casco urbano. ¿O nadie de vosotros recuerda ir en un autobús que tenía que esperar hasta cuatro minutos a que algún coche lo dejase salir de una parada?
En fin, nada que no sepáis o que el sentido común no dé a entender como razonable.
Peatones y conductores, prudencia. Eterno discurso busurbano...
Fuente: El Ideal Gallego
Imágenes: El Ideal Gallego, Blog busurbano, fcfm.uchile.cl
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