El gerente de la compañía insistió en que los afectados no han colaborado en las investigaciones finales de la empresa. “Como siempre la gente exige, habla, pero luego cuando llega la hora de denunciar el caso formalmente no quieren dar sus datos personales, por ello no podemos hacer más que aplicarle esta sanción”, comentó Prada.
Ante la falta de testigos, la compañía ha optado por castigar al conductor de la línea 7 con la máxima sanción que podían adoptar, según el convenio de los trabajadores de esta empresa.
Según la gerencia, el chófer del autobús aceptó la sanción y regresará a su puesto de trabajo cuando cumpla el castigo dictado dentro de veinte días.
El suceso se produjo hace dos semanas en una parada de bus de la Ciudad Vieja, cuando el conductor de la línea 7 se pasó la parada del Hotel Finisterre en la que estaban esperando un matrimonio de avanzada edad y su nieto de cuatro años. El matrimonio le reprochó al conductor que se había pasado la parada y que era la segunda vez que lo hacía. El chófer perdió los nervios y amenazó a la pareja golpeando la mesilla donde guarda el dinero acumulado. Además, el joven intimidó a varios pasajeros manteniendo una velocidad inadecuada.
Los afectados se mostraron satisfechos con la decisión que ha tomado la gerencia de la Compañía de Transportes.Los pasajeros del autobús indicaron desde el principio que con sus quejas no pretendían que expulsaran al chófer de la compañía sino que le castigaran de forma ejemplar para que este suceso no se volviera a repetir.
Fuente: El Ideal Gallego