Cuando las tuercas comienzan a ser apretadas, en ocasiones se da una reacción en consecuencia con la intensidad del apriete. Si trasladamos la figura del campo de la ferretería al de la política, todo se vuelve más apasionante.
Apriete de tuerca:
Esta semana, en el pleno del ayuntamiento, la concejala del BNG, Avia Veira, sacó el tema de la convocatoria del concurso para el nuevo contrato del servicio de bus urbano de Coruña.
“É consciente o Goberno Local dos retos que imos ter que afrontar como cidade en materia de mobilidade durante este 2024?”
En las fechas en las que estamos, hay quien hace cuentas y no le dan, ya que la concesión del servicio a Tranvías de Coruña se termina (teóricamente) a 31 de diciembre de este año 2024.
Y la oposición reclama urgencia y disposición:
“Fai falta un servizo novo que contemple a reordenación de liñas, o aumento das frecuencias e das conexións cos centros sanitarios e de ensino, cos polígonos industriais, cos núcleos de poboación máis afastados do centro.”
“Fai falta ampliación dos horarios, quer a primeira quer a última hora do día, para atender as necesidades de traballadoras e traballadores que ou ben entran moi cedo nos seus centros laborais ou saen de noite e xa non teñen a posibilidade de apañar un bus.”
Avia Veira prima el diálogo y la participación de los vecinos en todo el proceso que se lleve a cabo, independientemente de que celebre que ya ha habido tres "Planes de Movilidad" de cara a la redacción del nuevo contrato. Y frente a los intereses económicos, el beneficio de los vecinos y usuarios.
“É preciso abrir un proceso participativo para o novo modelo de mobilidade ter en conta as demandas das coruñesas e dos coruñeses: das traballadoras dos polígonos de Agrela e Pocomaco, da veciñanza de Novo Mesoiro ou da Agra do Orzán (que reclama unha liña interna para o barrio, do estudantado que está farto de iren como sardiñas en lata ao campus de Elviña...”
La concejal nacionalista "mete caña" al concello, ya que la cuenta atrás ya ha comenzado: ¡que escuchen y que obren!
Reacción en consecuencia:
La actual concejala de Movilidad, una discreta Nereida Canosa, se vio en el trance de tener que mover ficha, en respuesta a la interpelación de Veira, y anunció finalmente que abril sería el mes de la licitar la redacción del pliego de condiciones necesario para sacar a concurso la prestación del servicio del bus urbano local durante los próximos veinte años.
Y no sólo eso, sino que lo aderezó con dos cuestiones a mayores:
1.- Ese trabajo incluirá un nuevo diseño de las líneas de autobuses de la ciudad
Aseguró que el Gobierno local lleva "meses trabajando" en este asunto y estudiando modelos de transporte público de otras ciudades.
Aseguró que el Gobierno local lleva "meses trabajando" en este asunto y estudiando modelos de transporte público de otras ciudades.
2.- Además, insistió en que habrá un proceso de participación ciudadana sobre el nuevo servicio.
Peeeeeero... no concretó cuándo se licitará el contrato.
Con todo esto, la reacción natural que tendríamos cualquiera de los mortales "normales" sería la de la desconfianza.
Veira ve al Gobierno de Inés Rey...
“... sen a ilusión nin o proxecto necesarios para pór en marcha un transporte público novo, máis flexíbel e adaptado ás necesidades da vida diaria das coruñesas e coruñeses”
De este modo, la concejala Avia Veira vaticinó que el servicio se prestará en precario tras el fin del actual contrato a fin de año por la demora en la licitación.
También reclamó conocer los estudios encargados por el Concello, ya que no fueron facilitados a su grupo.
Y reprochó que no se introdujeran medidas en las líneas hasta ahora, calificando de "oportunidad" el fin del contrato vigente.
Fuente:
La Opinión de A Coruña, 08-03-2024,
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