«Yo soy una víctima del estado de estas aceras. Se me enganchó antes y ahora aprovecho para quejarme»
... explica Josefa Seoane, vecina del Agra del Orzán, que muestra su bota con la suela suelta. Lo hace con una pelota naranja anti-estrés en la mano. Es el obsequio que le dan a cada una de las personas que responde a una pequeña encuesta sobre sus hábitos y ofrece sus opiniones para incorporar al Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS).
La carpa, instalada hace un par de días en plena calle Barcelona, atrajo a numerosos vecinos.
«Esas aceras blancas y rojas son peligrosísimas, porque la gente resbala mucho en ellas»
...advierte Rosana Calvo. Lamenta también que en su barrio, en muchas ocasiones, los pasos de cebra están ocupados por vehículos.
«Es incívico y, o la policía hace algo, o van a seguir haciéndolo»
Antes del ramillete de quejas, los técnicos recaban información siguiendo un esquema de preguntas. Interrogan a los vecinos sobre cómo usan el transporte público, si creen que el ruido que hay en las calles es excesivo, cómo ven el número de plazas de garaje existentes o si usan diariamente la bicicleta. Una de las responsables de la carpa que el martes estuvo en la plaza de Vigo explica:
«Nos piden que se amplíe el carril bici y que se imponga más la cultura de caminar y el transporte público»
Las quejas que reciben no se refieren solo a movilidad. Una vez que se abre el buzón de sugerencias los ciudadanos aprovechan.
«Esto está todo lleno de papeles, chicles y cacas de perro»
...dice María Paz Agromartín que, como el resto de los participantes, desconocía qué era el PMUS.
Fuente: La Voz de Galicia
Imágenes: Blog busurbano y La Voz de Galicia
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