El día de ayer vio el primer accidente importante del año con un bus urbano implicado. El suceso ocurrió pasadas las once y media de la mañana, cuando un bus de la línea 11 bajaba por la calle de Ramón del Cueto y chocó con un turismo a cuyo volante iba una mujer. La fuerza del impacto lanzó el coche contra otro vehículo aparcado y provocó a la conductora heridas de escasa consideración.
Según las investigaciones del equipo de Atestados de la Policía Local, la responsabilidad del suceso recaería sobre la conductora, que no obedeció la señalización.
A juzgar por las apariencias, la conductora no habría cedido el paso al transporte colectivo cuando circulaba por la calle de Cruz Roja, que transcurre entre el Campo de Marte y la sede de la organización humanitaria. Su vehículo, un Opel Corsa, cruzó casi por completo la calle de Ramón del Cueto.
El conductor del bus trató de frenar, pero no pudo detener a tiempo el vehículo, de once toneladas de peso antes de que éste golpeara con la esquina delantera derecha del guardabarros al coche.
[Once toneladas dirigiéndose directas a inpactar... ¿Comprendéis la importancia de las inercias? Entonces, ¿qué curiosa lógica nos impulsa a "meternos" cuando viene un bus o un camión...?]
El bus urbano sufrió algunos daños en su defensa y en sus faros. [Esperamos que no se trate de nuevo del bus número 327, el pobre; ya acabó mal el año pasado en la Grela y ahora que lo vimos estos días reluciente y en plena forma, sería la segunda bofetada en la misma mejilla...]
Sin embargo, la mayor parte de los daños se los llevó el Opel, al que impulsó contra la acera de su derecha, hacia los vehículos estacionados en calle de Adelaida Muro. Después de dar media vuelta sobre si mismo, el coche acabó chocando contra el guardabarros trasero del primer vehículo estacionado al borde del paso de cebra, donde acabó deteniéndose.
Al lugar de los hechos acudieron sanitarios de Cruz Roja, dada su proximidad, así como efectivos de la Policía Local. En un principio, se barajó la posibilidad de trasladar a la conductora a un centro hospitalario, pero no resultó necesario.
Más afortunado aún fue el hecho de que ninguno de los pasajeros que transportaba el 11 resultara herido, aunque parece ser que había pocos pasajeros a bordo en el momento del accidente, y los que había, se encontraban casi todos sentados.
[También entra en juego lo que siempre decimos de agarrarse bien en el bus; estos imprevistos no vienen anunciados con tiempo...].
Según las estadísticas, el número de accidentes en los que se ha visto implicado un autobús urbano ha aumentado progresivamente en los últimos dos años, sobre todo lo que se refiere a la tasa de atropellos. Sin embargo, las investigaciones policiales determinaron que, con una única excepción, los nueve atropellos que se registraron durante 2010 no eran responsabilidad del conductor del bus, lo que ha llevado a la Concejalía de Movilidad a pedir más prudencia a los peatones. Una petición que podría hacerse extensible a los conductores, para evitar que sucesos sin consecuencias reales puedan derivar en sucesos graves.
El que no fue accidente importante con un bus urbano de por medio es el que daba cuenta el blog de Los Rosales, en la tarde del pasado viernes... Pero desconocemos la historia completa.
Fuente: El Ideal Gallego y el Blog de Los Rosales
Imagen: El Ideal Gallego y Xornal de Galicia
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