El plazo para evitar la huelga de la Compañía de Tranvías se acabará con la semana, y nadie es más consciente de ello que el alcalde, Javier Losada, que ayer pidió “diálogo y acuerdo y responsabilidad” para llegar a una solución. El regidor instó, tanto a los trabajadores como a la empresa, a hacer un ejercicio de responsabilidad, mientras el primer teniente de alcalde, el nacionalista Henrique Tello, apuntó que “os traballadores e o Concello están facendo un grande esforzo e a empresa debe facelo tamén”.
La asamblea de los trabajadores votó el miércoles pasado no aceptar el preacuerdo con tres papeletas de diferencia pero, por el momento, nadie quiere dar nada por perdido, y tanto el BNG como el PSOE, como el PP, cuyo portavoz del grupo municipal, Carlos Negreira, también se ha pronunciado sobre el tema, confían en que sea posible un acuerdo en el último momento.
El concejal popular apeló “al sentido común” de los sindicatos, mientras que Tello, por su parte, mantiene un optimismo “moderado, pero firme”. Quizá es por ese optimismo que el Ayuntamiento no ha marcado todavía cuáles serán los servicios mínimos, a pesar de que el lunes que viene está prevista la primera jornada de paro.
El gobierno local tampoco ha enviado a la teniente de alcalde de Transportes, Nieves Vázquez, o a otro cargo a mediar en el diálogo con el comité de empresa y la Compañía de Tranvías, aunque sí ha contactado con ambas partes para instarles a que vuelvan a la mesa de negociaciones mientras aún están a tiempo. Desde UGT, aseguran que el gobierno local “está facendo o seu traballo” para evitar la huelga del día 1. Una confianza que no comparte Negreira, que considera que Losada no está haciendo nada para solucionar esta crisis. “Supongo que estará gestionando en silencio”, comentó con sorna.
José Prada, gerente de la Compañía de Tranvías, también se mantuvo en silencio por segundo día consecutivo, mientras que desde el comité de empresa no compartían el optimismo, por muy moderado que fuese, de María Pita. El presidente del comité, Miguel Campos, de UGT, confesó que “non creo que quede espazo para negociar” e insinuó que la huelga “que non beneficia a ninguén” es casi inevitable, al tiempo que reconocía que querría que se hubiera aprobado el preacuerdo.
Para detenerla, Tranvías debería aceptar subir el sueldo base de los conductores de bus hasta los 1.200 euros, cuando actualmente roza los mil. Campos reconoció que la situación se ha deteriorado mucho, pero señaló que, como presidente del comité de empresa, no le queda más que acatar la decisión tomada en asamblea por los más de 150 trabajadores de la Compañía de Tranvías. “O luns, comezaremos as movilizacións en cocheras”, sentenció.
Fuente: El Ideal Gallego
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