Un fallo en los frenos fue posiblemente la causa del espectacular accidente sufrido por un autobús de la línea urbana número 8 (que une el pueblo de O Carqueixo y el centro de la ciudad -Os Caraveis-) sobre las seis de la tarde de ayer.
El vehículo se empotró contra los vehículos que estaban parados en el semáforo del final de San Eufrasio y acabó chocando contra un muro. Según ha explicado a Efe el concejal Régimen Interior y Protección de la Comunidad, José Rábade, esa fue la explicación que trasladó en un primer momento el propio conductor del vehículo de transporte público.
De todas formas, se ha abierto un informe que se conocerá el próximo lunes y será ahí donde finalmente se determinen las causas de este accidente, que se produjo al impactar el autobús contra un vehículo que estaba parado en un semáforo. El efecto rebote hizo que el turismo que recibió el impacto acabara colisionando contra otros dos que estaban en la misma fila. Además, el conductor del autocar al realizar una maniobra evasiva acabó chocando contra otro turismo que estaba parado en el carril izquierdo de la calle San Eufrasio, donde se produjo el accidente.
Aunque en un primer momento se facilitó como versión oficial la cifra de 15 heridos, el concejal ha confirmado que fueron atendidas 23 personas de heridas de escasa consideración y todas fueron dadas de alta, excepto una que permanece ingresada en el Hospital Xeral-Calde y que evoluciona favorablemente. Se trata de sendas mujeres que ocupaban uno de los vehículos que esperaba la luz verde del semáforo y que recibió el impacto más violento.
La mayoría eran vecinos de O Carqueixo. Entre los lesionados figuran cinco niños, dos de ellos de corta edad. Después del accidente, en el lugar se vivieron escenas de cierta tensión al acudir algunos gitanos para interesarse por sus familiares. Varias unidades de la Policía Local tuvieron que cortar el tráfico en San Eufrasio para facilitar la atención de los lesionados por el 061 que envió al lugar varias ambulancias para la evacuación.
El autocar urbano era del año 2000 y, según Rábade, tiene todo «en regla» y se encontraba en «perfecto estado» para prestar el servicio de transporte público.
Fuente e imagen: La Voz de Galicia
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