Los vecinos de Mesoiro y de Mariñeiros no necesitan el margen temporal solicitado por la Concejalía de Transportes y Movilidad para evaluar los cambios en las líneas de bus urbano. Al menos así lo han manifestado sus representantes vecinales, que no dudan en tildar de «gran error».
Las alteraciones en la extinta 21 y las 23 y 23-A han consistido en unificar todas en las retocadas 23 y 23-A, que sirven a Mesoiro Vello y novo Mesoiro, Feáns, Breogán... La diferencia entre ambas está en que una pasa por Pocomaco y la otra por el pueblo de Mesoiro, por lo que en estos puntos en concreto la frecuencia es de 40 minutos. En el resto de las paradas de la línea, se maniente en 20. Desde la asociación vecinal afirman que «en ningún caso Novo Mesoiro mejora las frecuencias, pues la línea 21 eliminada ya tenía establecida dicha frecuencia aunque no la cumplía, pero el 23 y el 23A tampoco la cumplen».
Además, la asociación se lamenta de haber enviado dos propuestas por escrito al Ayuntamiento «que nunca fueron contestadas ni consideradas». En ellas destacaba la opción, aprobada en asamblea, de «proponer como único cambio aceptable mantener el 21, alargando su recorrido hasta la plaza de Pontevedra y poniendo los buses necesarios para cumplir la frecuencia de 20 minutos».
Valoran negativamente los dos primeros días de funcionamiento y consideran este cambio innecesario: «Consideramos inapropiado hacer experimentos con los horarios en que los ciudadanos tienen acceso al ser un servicio público y de pago». En todo caso, sostienen que no se debería pagar por las variaciones: «Si quieren experimentar que pongan el servicio gratuito durante el período de prueba».
En la jornada de ayer todavía muchos de los viajeros de las líneas 23 y 23A buscaban información sobre las nuevas rutas. A las dos de la tarde, hora de retorno de los trabajos, la normalidad era total en la parada de la plaza de Pontevedra. Allí se comentaban los cambios: «Yo voy a Pocomaco y, ahora, me pasa el bus cada 40 minutos. Para mí supone un gran retraso todos los días», explicaba Pilar Astray. Por su parte, Mari Carmen Suárez preguntaba por los horarios: «Uno de mis hijos usa este bus para el Cesuga y vengo a ver desde dónde lo tiene que coger»
En Mariñeiros el principal lamento es la supresión del 12, con lo que el barrio se queda sin línea directa con la Ciudad Sanitaria. Su presidente vecinal Enrique Valcárcel, recuerda que en su día presentaron 1.200 firmas al Ayuntamiento contra el cambio: «El argumento principal era que la gente se quedaba sin bus para ir al hospital, pero también se pierde la conexión con barrios como la segunda fase de Elviña. La gente está muy enfadada».
Respecto a la ventaja de contar con una mejor frecuencia del bus 14, Valcárcel se muestra escéptico («eso todavía habrá que verlo») y, en todo caso, recuerda que se tarda más en los trayectos porque hay que realizar transbordos.
[¿Se habrá enterado Su Existencia, el Señor Nogueira...?]
Fuente: La Voz de Galicia
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