A finales de octubre reproducíamos una noticia emitida por el Diario 20 Minutos, que informaba de que en el mes de noviembre se iba a iniciar una campaña informativa de transbordos gratuitos que se podían realizar entre líneas de bus urbano, para optimizar la movilidad del usuario.
Ello fue la inspiración resultante de una reunión del gerente de Tranvías, José Prada, con directivos del Dolce Vita, en la que acordaron iniciar en un plazo de 15 días (desde esa reunión) la dichosa campaña.
Ahora bien:
¿Quién en su sano juicio no va a pensar que aquí las cosas se hacen de un día para otro?
Si resulta que a resultas (valga la redundancia) de los cambios en las líneas, de repente, de un día para otro, van y liberalizan los transbordos, conviertiéndolos todos en gratuitos! Y lo anuncian con resultados de multiplicaciones: "162 transbordos posibles!" ¿Y...?
Así se acaban los líos, las complicaciones y demás. Y de esta manera, aunque se pierden algunos centimillos, si la idea cuaja y la gente pica y coge más el bus... ¡a lo mejor se recuperan! Uuuuuh! Claro! Y lo que se ahorran en campañas inútiles, supérfluas e inexistentes! Vaya idea más buena!, se dirán... Si que es buena, sí... De hecho es buena cosa para los daltónicos que miraban los transbordos en la web oficial de Tranvías, ya que los permitidos estaban en verde y los transbordos no permitidos, en rojo... Ahora, todo en verde, y lo único rojo, los propios buses. Bueno, cuando lo actualicen del todo. (¿O se habrán echado atrás...? Ya lo confirmaremos la semana próxima).
En las próximas elecciones habría que votar por la coherencia y el sentido común, si es que se presentan, claro...
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