El concejal de Transporte y Movilidad, José Nogueira, prevé una subida de "entre cuatro y seis céntimos" en el billete de bus urbano a partir de enero. En la actualidad cuesta un euro. La Compañía de Tranvías, empresa que gestiona el servicio, presentará a lo largo de este mes su propuesta al Ayuntamiento. La justificación del incremento de la tarifa se basa, como en años anteriores, en el IPC, los salarios y, sobre todo, el precio del combustible.
El Concello aprobará que la tasa del taxi aumente un 8,8%, es decir, que el precio mínimo en día laboral, de 06.00 a 22.00 horas, crecerá 29 céntimos, hasta los 3,61 euros.
Las tres clases de bonobús urbano sí mantendrán su precio actual, porque se revisa cada dos años y no le corresponde hasta la campaña de 2009.
El bonobús general seguirá costando 68 céntimos; el social -para desempleados, escolares, jubilados y minusválidos-, 25 céntimos y el universitario, veinte.
Sin embargo, los usuarios que paguen el bus con el billete ordinario sí se verán penalizados y, por primera vez, deberán abonar más de un euro. La previsión de Nogueira es que se apruebe un incremento del 4 al 6%, es decir, entre cuatro y seis céntimos. El gerente de la Compañía de Tranvías, José Prada, indicó que todavía no ha remitido su propuesta a Transporte y que tampoco ha calculado el porcentaje que solicitará al Concello: "La presentación del expediente será dentro de poco, a lo largo de este mes", puntualizó Prada, que prefirió esperar al informe antes de decir si está de acuerdo con la previsión de Nogueira. El billete subió este año cuatro céntimos, un 4,1%, por encima del IPC, el mínimo que tiene previsto aumentar el Concello para el próximo año. Cuando se aprobó la tasa de este año, el gerente de Tranvías apuntó que el crecimiento era "insuficiente".
La tarifa que sí parece decidida es la del taxi. En el caso del autobús, la tasa de un año para otro se calcula a través de una compleja fórmula polinómica, pero la del taxi se basa en el IPC para el transporte. El encarecimiento de los precios, sobre todo del combustible, ha fijado el IPC en un 8,8%. Hasta la fecha, el Ayuntamiento siempre utilizó este porcentaje como referente, pero la semana pasada el área de Transporte trató de negociar con los taxistas una rebaja de la tarifa para el próximo año.
El gremio del taxi admitió que la subida del 8,8% era elevada, pero alegó que tampoco se habían modificado los precios cuando se encareció el combustible. "Me parece peligroso, puede provocar un descenso de clientes", destacó ayer José Nogueira. La subida para este año fue del 3,6%, cuando los taxistas habían solicitado un 6,61%.
Una vez el Ayuntamiento apruebe las nuevas tarifas del bus y del taxi se remiten a la Comisión de Precios de Galicia -dependiente de la Consellería de Innovación e Industria, y en la que también participan empresarios y consumidores-. Por norma general, este jurado acepta la tasa acordada por el Ejecutivo municipal.
Fuente: La Opinión de A Coruña
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