No todo el mundo se siente beneficiado. De hecho, una gran parte de los vecinos de la calle de San Juan que se despertaron ayer con el carril bus como una realidad ya han expresado su desaprobación y algunos de una forma muy cruda. “Es una cabronada total”, comentó un farmacéutico cuyo establecimiento da a la calle en cuestión: Ahora ya no puedes detenerte en esta calle, porque bloqueas el tráfico”, se explicó. “Cuando llegue septiembre, a ver que va a pasar, porque esto se llena de gente que viene a dejar y a recoger a los niños a la Grande Obra”, comentan. Otros sin embargo, apoyan la medida: “No veo por qué la gente no puede recoger a los niños a pie, como se hacía antes”. Parte del malestar de los vecinos se debe a que ahora ya no es posible aparcar en el arcén de la derecha, en una zona, como es la del centro, que cuenta ya con pocas plazas de estacionamiento.
Por su parte, los vecinos del Orzán tienen dudas sobre el trazado del carril bus diseñado por el Ayuntamiento. La principal polémica surge en la calle Panaderas, donde los residentes rechazan por completo su instalación por los problemas de tráfico que puede acarrear en una vía que, en la actualidad, es de doble sentido, y que cuenta con el único acceso de entrada y salida del macroaparcamiento del Papagayo, con capacidad para un millar de vehículos.
"Queremos que Panaderas sea de una sola dirección y ampliar las aceras, porque ahora los autobuses pasan rozando los bordillos. Hay la posibilidad de llevar el carril bus por la calle Hospital", apunta la presidenta de la Asociación de Vecinos de la Ensenada del Orzán, Aure López. Su argumento se basa en que la calle Hospital, una vía paralela a Panaderas recién habilitada, es más ancha, pese a que también es de dos carriles. Los residentes de la Ensenada solicitan al Ayuntamiento "un estudio más complejo" sobre cómo afectará al tráfico la implantación del carril bus. Sin embargo, el Gobierno local ya ha señalizado la calle San Juan con balizas y pintado el asfalto. Aure López habla de un "tráfico ficticio" en la manzana comprendida entre las calles San Andrés, Orzán y Cordonería, porque gran parte de los conductores circulan por esta zona en busca de un sitio donde aparcar sus vehículos: "Los coches están dando vueltas y vueltas", apostilla López.
En la calle Panaderas, la implantación del carril bus deberá esperar. Según el Concello, depende de los trabajos de pavimentación en Zalaeta, es decir, debe abrirse primero la calle Corralón, en obras hasta el 1 de diciembre según la previsión municipal, una circunstancia que también recuerdan los residentes con preocupación. La agrupación vecinal de la Ensenada del Orzán ya se reunió hace meses con el Concello por el carril bus.
En enero, el Gobierno local se apresuró a adelantar que el carril bus empezaría a funcionar a finales de marzo. El Concello justifica ahora el retraso de cinco meses en que se demoró la llegada del material necesario para habilitar la vía exclusiva para buses.
El carril bus atraviesa sobre todo los barrios del Orzán y del Ensanche. La asociación vecinal de este último barrio ve con buenos ojos la entrada en funcionamiento del carril bus, puesto que, según asegura su presidente, Gerardo Crespo, el Ayuntamiento se comprometió a cumplir sus propuestas: "Las plazas de minusválidos que se pierden por el carril bus en Federico Tapia se respetarán, porque se pintarán en la otra acera; mientras que las que existen para residentes, se habilitarán en calles perpendiculares", afirma Crespo. Los conductores que se verán afectados de manera irremediable son los que aparcan en zona ORA. La dificultad para estacionar en la vía pública es uno de los principales problemas que sufre el Ensanche: "Es un quebradero de cabeza", apostilla el presidente de la entidad vecinal.
Fuente: El Ideal Gallego y La Opinión de A Coruña
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