"Acusan" a los buseros coruñeses de "apresurados" en un estudio de Eroski..

Un informe pormenorizado elaborado a finales del año pasado hizo un completo recorrido por las líneas de autobuses urbanas de las 18 ciudades más importantes de España, entre ellas A Coruña. En el estudio, la ciudad herculina no salía especialmente favorecida, pero sobre el resto de datos destacaba uno que, a primera vista, pasaba un tanto desapercibido: en todos de los buses analizados en la urbe coruñesa el conductor reemprendía la marcha sin esperar a que sus pasajeros estuviesen ubicados "correctamente". Un par de meses después, la prisa de los buseros no ha mejorado.

"En el 60% de los autobuses visitados se comprobó cómo el conductor se reincorporaba a la vía sin que los pasajeros se hubieran ubicado correctamente. Esta situación se constató en todos los buses visitados en A Coruña y Oviedo", apuntó el estudio elaborado por una empresa de alimentación (Eroski).

Los choques y los tropiezos -la mayoría de las ocasiones sin más trascendencia que la anécdota en sí- están a la orden del día en el interior del transporte público cuando el conductor arranca de la parada. Los usuarios también apuntan que, en ocasiones, el bus acostumbra a iniciar su marcha, pese a que el cliente, bien porque no encuentra la tarjeta del bonobús o porque no encuentra la cartera para abonar en efectivo, todavía no ha pagado y sorteado el torno -cuya presencia pasará en breve a la historia-. En el interior de los vehículos, el informe también echa en falta que en A Coruña no facilitan a los pasajeros indicaciones "para saber qué hacer en situaciones de peligro o ante accidentes".
Sí aparecen, por ejemplo, los martillos para romper las ventanillas en caso de evacuación. La comodidad para los usuarios no parece mejorar fuera del autobús, mientras aguarda la llegada de estos vehículos que se conocen a lo lejos por su inconfundible color rojo. Una de cada tres paradas (el 33%) carece de una marquesina y un banco para los clientes, cuando la media española habla de que sólo en el 17% de los puntos de espera los usuarios deben permanecer de pie y al aire libre, sin donde cobijarse de la lluvia o del viento.

Fuente: La Opinión de A Coruña