26 de agosto de 2010

El Carril Bus cumple dos añitos en Coruña.

El diario La Opinión de A Coruña celebra con un par de páginas el segundo año de existencia del Carril Bus.

En el blog busurbano nos estábamos esforzando en analizar todas las vertientes, todas las opiniones de los afectados y los favorecidos por el servicio que presta el Carril Bus, pero "vamos a pasar". Cada uno es mayorcito y ya saca sus propias conclusiones; y las nuestras, aunque ya son más o menos conocidas, ya caerán -de nuevo- en otro momento. Además, es agosto y no nos apetece entrar en polémicas, más después de leer que "no se trata de llegar 5 minutos antes". Pues si hablamos de un autobús urbano, que nos explique algún alma caritativa de qué pistones se trata, habida cuenta de lo que nos quejamos cuando nos tarda el bus o cuando estamos metidos en él en medio de un atasco...

Al terminar, volved a este punto, por favor, y opinad en la encuesta que La Opinión pone en bandeja ciberbética entre cuatro posibles respuestas...

Antes priman las palabras de los protagonistas: los comerciantes, los usurarios, los automovilistas, moteros y ciclistas y algo de politiqueo hay también. He aquí el artículo que a continuación reproducimos en su primera parte:

´¡Sepárese del bordillo!´

Los comerciantes denuncian que el carril bus ha provocado el descenso de sus ventas. Los usuarios del transporte público aplauden su rapidez El carril bus cumple su segundo aniversario en la ciudad ante el contento de los usuarios del transporte público, que ven cómo se acorta el tiempo que tardan en llegar a sus destinos, y las quejas de los comerciantes, que lamentan el descenso de sus ventas a causa, dicen, de la falta de aparcamiento y de las dificultades que tienen los clientes para acercar sus vehículos hasta las puertas de los negocios

"¡Cuidado con el bus, sepárese del bordillo!" es la advertencia más sonada desde la calle San Andrés hasta Federico Tapia. Quienes pasean por la acera o esperan junto a las marquesinas han avisado en más de una ocasión a algún despistado que se arrima demasiado a la carretera y se expone a que el gigante rojo de cuatro ruedas le dé un buen susto.

El carril bus celebra estos días su segundo aniversario en la ciudad y entre las opiniones de los usuarios de las diferentes líneas y de los comerciantes que tienen sus negocios al pie del vial continúan existiendo discrepancias: mientras unos aplauden la rapidez con la que llegan a sus destinos, los segundos lamentan la imposibilidad de los clientes para hacer sus compras con el maletero del coche cerca.

"La actividad económica de la calle San Andrés se tambalea mientras los buses van a toda pastilla por zonas que son demasiado estrechas como para tener un carril especial", critica la encargada de una tienda de artículos para el hogar convencida de que los comercios "abren un día y cierran al siguiente" a causa de la falta de plazas de aparcamiento, la imposibilidad de que los clientes paren con sus vehículos durante dos minutos para realizar una compra o el incremento "desmesurado" de centros comerciales en la ciudad. Son dificultades a las que se suma, según los dependientes de los establecimientos ubicados a lo largo del vial para autobuses, taxis, motos y bicicletas, "el gran impedimento para las labores de carga y descarga".

Ya sea como consecuencia del carril bus o por cualquier otro motivo, lo cierto es que la preocupación de los hosteleros y comerciantes parece hacerse real al contar el número de establecimientos que han colgado el cartel de cerrado, pero en este caso definitivo, en San Andrés y Federico Tapia: nueve junto al carril bus y once en la acera de enfrente, a los que hay que sumar, al menos, tres traslados y dos procesos de liquidación.

El parecer de los ciudadanos que hacen tiempo en las paradas y marquesinas y el de quienes se apean del autobús es mucho más similar al del Gobierno municipal. Mientras los dueños de los negocios ven en este carril "una gran lacra", los usuarios del transporte público alaban la rapidez con la que llegan a su destino y la disminución del tiempo que cada día pasan esperando hasta que ven acercarse al número adecuado, la línea que, normalmente, les lleva a casa o al trabajo.

Aunque estos usuarios reconocen que la velocidad a la que circulan los autobuses por su vial "es excesiva", confiesan que prefieren arriesgarse a sufrir un frenazo que les lleve al suelo antes de volver a los tradicionales colapsos del tráfico en el centro de la ciudad que eternizaban un trayecto que ahora pueden recorrer en diez minutos.

Sin embargo, pocos ciudadanos se han librado de llevarse un susto al paso de un autobús que da la vuelta al concepto de bordillo, haciendo que deje de ser el límite de la acera para convertirse, con la invasión del retrovisor o incluso de la carrocería del vehículo, en parte de la calzada.

Sobre el balance de los dos primeros años de carril bus en la ciudad -concretamente en Federico Tapia, plaza de Galicia, Rosalía de Castro, Francisco Mariño, plaza de Pontevedra, San Andrés y San Juan-, quienes circulan con vehículos particulares también tienen mucho que decir.

Las críticas por los atascos generados con la pérdida de un carril no son nada en comparación con los despistes que los conductores reconocen haber sufrido con las modificaciones en las preferencias de giro, saltándose en más de una ocasión algún que otro ceda el paso como el de la intersección de Federico Tapia con las calles Fontán y Notariado.

No obstante, hay quienes admiten que en realidad se trata de "envidia sana" y apuntan que si alguien protesta por la existencia de un carril bus lo hace "porque no puede recorrer la ciudad sin detenerse cada dos minutos".
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Por si es de vuestro interés:
100 días del Carril Bus.
Carril Bus, año 1.


Fuente: La Opinión de A Coruña
Imágenes: La Opinión [2 y 3], blog busurbano [1, 4 y 5]

1 comentario:

  1. Estupideces, e máis estupideces. Que os autobuses circulan ao bordo da beirarrúa, pois como en outras moitas rúas nas que non se permite aparcar como na Marina, Cantón Pequeno, San Andrés antes do carril bus, e polo outro carril.

    Que a xente non vai comprar porque ten que acarrear as compras ata o coche, anda!, como se nun centro comercial non tiveras que acarrealas ti por todo o centro ata o teu coche, que as veces está bastante lonxe de onde mercaches, moito máis lonxe que se o aparcases na rúa.

    Os que se queixan son xente que incumpre as normas, e como agora non o poden facer protestan, seguro que nun centro comercial non se lles ocorre deixar o coche xusto diante das escadas mecánicas ou do ascensor, claro como alí non llo permiten, pero que protesten tamén que o coche lles queda moi lonxe da tenda, ou só ían cinco minutos a tomar un café. Que o fagan a ver se teñen o que hai que ter para facelo, o fan na rúa porque os municipais o permiten, non o fan no aparcadoiro do centro comercial porque os garda xurados non lles diexan.

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