20 de abril de 2010

O Castrillón sabrá hoy si el gobierno local acepta negociar cambios en los autobuses.

Ultimátum de los vecinos de O Castrillón al Ayuntamiento. Tras agotar el plazo que la asociación IAR le otorgó al alcalde, Javier Losada, para abrir una mesa de diálogo y buscar una solución a las quejas de los residentes sobre el mal funcionamiento de las líneas de los autobuses urbanos en el barrio, el portavoz vecinal, Domingo Verdini, indicó la víspera que el gobierno local se comprometió a dar hoy “unha solución definitiva” a sus peticiones.

Según señaló, de la respuesta de la administración municipal dependerá que la entidad vecinal lleve a cabo o no movilizaciones para lograr que se atiendan sus peticiones. “Se a xunta directiva considera que a proposta que lle plantexa o goberno local para desbloquear a situación do transporte público é razoable entón abrirase un plazo de diálogo”, apuntó Verdini, que recalcó que, en caso contrario, “será necesario convocar unha asamblea de urxencia na que se estudiaría a posibilidade de adoptar novas medidas”.

Los vecinos llevan solicitando que atiendan sus reclamaciones desde que la Concejalía de Transportes comenzó a aplicar, hace unos meses una serie de cambios en el funcionamiento de los buses urbanos, que, según aseguraron, se llevaron a cabo sin tener en cuenta “as necesidades reais” de los residentes en este distrito de la ciudad.

El pasado 29 de marzo la agrupación O Castrillón-Urbanización Soto IAR celebró una asamblea en la que se aprobó dar un margen de quince días para que Transportes respondiese a sus reclamaciones. Al día siguiente, la entidad presentó en el registro municipal un escrito en el que se especificaban todos los asuntos acordados durante la junta, y solicitaban una reunión con los técnicos responsables del servicio.

Tras la medida adoptada por la asociación, los vecinos fueron recibidos por Losada el pasado 8 de abril. Según cuenta Verdini, en el encuentro, la asociación de planteó una propuesta para “desbloquear a situación de falta de diálogo no tema de transporte que o alcalde considerou asumible”.

Son varias las mejoras que los vecinos reclaman para su barrio. En su lista de quejas se encuentra la línea 14. “Na última reforma empeorou a súa frecuencia e queremos que volva a de antes, de 12 minutos”, apuntó Verdini. Otro de los buses conflictivos es el 12-A, para el que piden una modificación de la parada en la avenida de Los Caídos, o la línea 20, para la que reclaman una frecuencia de 20 minutos. “Tamén demandamos unha conexión directa co centro de saúde de Matogrande, e que se melloren as comunicacións coa zona da ronda de Nelle, así como coa de Feans e o sanatorio e a praia de Oza”, recordó ayer el portavoz vecinal.

Además, demandan más transbordos gratuidos con determinadas líneas “que a día de hoxe non se producen”, y que suponen un encarecimiento para los residentes en este barrio.

Fuente: El Ideal Gallego

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